IMSS invita a pacientes recuperados de COVID-19 a donar su plasma

La donación de plasma por parte de pacientes recuperados de COVID-19 alimenta los bancos de sangre de los hospitales. Foto: Cuartoscuro.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) difundió este jueves a través de sus redes sociales una infografía en la que invita a pacientes recuperados de COVID-19 a donar su plasma sanguíneo, una sustancia que posee proteínas, se recolecta en los bancos de sangre de los hospitales y ayuda a salvar vidas de otros pacientes graves por diversas cualidades propias de su naturaleza, según diversas investigaciones.

En este sentido, el IMSS aseveró que el plasma es una alternativa de tratamiento para derechohabientes con COVID-19 en condición grave, además de que agregó que esa dependencia es la única del país certificada para hacer uso de "plasma convaleciente". También explicó que el plasma está compuesto por agua, iones, proteínas y otros nutrientes. Para donar, el instituto realiza estudios previos a los interesados.

  • Se contacta a pacientes recuperados de COVID-19.
  • Se les explica los beneficios para las personas que reciben el plasma.
  • En análisis de una muestra corroborará que el donante se recuperó.
  • El plasma se recolecta y guarda en el banco de sangre de hospitales.

Además, el IMSS subrayó que, "al momento, se ha aplicado el plasma a siete pacientes con COVID-19 y se evalúa la repercusión de este tratamiento en cada uno de ellos. Si funciona, el plasma de sobrevivientes puede tener importantes ramificaciones hasta que llegue una vacuna, creando el prospecto de proteger a personas en alto riesgo con infusiones esporádicas para fortalecer su inmunidad.

La evidencia histórica es escasa, pero el uso más famoso del plasma fue durante la pandemia de influenza de 1918 y reportes indican que los receptores tenían menos riesgos de morir. Los médicos aún prueban el viejo enfoque para lidiar con brotes sorpresivos, como SARS, un primo del COVID-19, en 2002, y la epidemia de ébola en África occidental en 2014, pero incluso esos usos recientes carecieron de estudio riguroso.