El 13 de septiembre pasado, un grupo de turistas mexicanos se disponía a almorzar en una zona del desierto occidental de El Wahat, en Egipto, cuando fue víctima de un erróneo ataque de las fuerzas armadas egipcias, con un saldo de ocho mexicanos muertos.
El Ministerio del Interior de Egipto informó ese día que las Fuerzas de Seguridad y la Policía estaban llevando a cabo una operación de seguridad conjunta en El Wahat, contra presuntos terroristas que viajaban en vehículos similares a los que eran usados por los turistas.
En una declaración, la dependencia destacó que los vehículos se encontraban en una zona prohibida para el acceso a civiles debido a la situación de inseguridad que existe en la región, por la presencia de militantes del grupo Península del Sinaí, vinculado al Estado Islámico (EI).
Fuentes de seguridad y del Ministerio del Interior indicaron que ocho mexicanos murieron y seis más resultaron heridos cuando las fuerzas de seguridad egipcias "accidentalmente" abrieron fuego contra el convoy en el desierto de El-Wahat, en el oasis Bahariya, en el suroeste de Egipto.