No por este "golpe" cambiaré; México me salvó la vida: Evo Morales

En breve mensaje, Evo Morales recordó que por el nuevo triunfo del pasado 20 de octubre empezó el golpe de Estado. Foto: Tomada de video

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, quien estará en México en calidad de asilado político dio sus primeras palabras tras su arribo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El exmandatario agradeció a México por salvarle la vida.

"El Presidente de México me salvó la vida", sostuvo Evo Morales, al señalar que el 9 de noviembre, cuando llegaba a Trópico, Cochabamba en Bolivia, un miembro de seguridad del Ejército boliviano le mostró mensajes donde le pedían "entregarlo a cambio de 50 mil dólares", un día antes de su renuncia. 

Llegamos aquí sanos gracias a México y al pueblo boliviano, mientras tenga la vida seguimos en política, sigue la lucha y estamos seguros que los pueblos del mundo quieren el derecho de liberarse. Evo Morales, expresidente de Bolivia

En breve un breve mensaje a medios, en el Aeropuerto de la Ciudad de México, recordó que por el nuevo triunfo del pasado 20 de octubre empezó lo que llamó "golpe de Estado y en la última etapa se sumó la policía nacional.

Pensé que habíamos terminado con la opresión, con la discriminación, con la humillación, pero surgen otros grupos que no respetan la vida, menos a la patria. Será parte de las luchas ideológicas, programáticas, culturales y sociales. Hermanas y hermanos, si algo de delito tengo, es que soy indígena. Evo Morales, expresidente de Bolivia

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, quien dio la bienvenida en el AICM a Evo Morales aseguró que hoy es un día de alegría.

Es para nosotros el día de hoy, un día de alegría, porque el asilo que se ha ofrecido ha sido efectivo. Aquí gozara de libertad, seguridad, integridad, protección a su vida, que son las causas que nos animan. Marcelo Ebrard, titular de la SRE

  • Evo Morales salió del AICM en helicóptero de la Sedena con rumbo desconocido 

El arribo de Morales a México se convirtió en un periplo (largo viaje) que incluyó escalas y cambios en rutas de vuelo marcados por las decisiones políticas de una región dividida sobre la situación en Bolivia.

 

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