UNAM halla restos de pepinos de mar en peculiar ofrenda a diosa Tlaltecuhtli

Es una rica ofrenda a la diosa Tlaltecuhtli con pepinos de mar y otros restos; UNAM explica su peculiaridad. Foto: @SalaPrensaUNAM.

Científicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron restos de pepinos de mar en una ofrenda de la diosa mexica Tlaltecuhtli, en el Templo Mayor de la Ciudad de México; explicaron que buzos extraían productos del mar, enviados mediante los corredores del Pacífico a Tenochtitlán.

Los expertos de la UNAM descubrieron espículas que formaban el esqueleto interno de un pepino de mar, de lo que creyeron se trataba de un "hallazgo fortuito", pero no han podido indagar más porque la cuarentena por COVID-19 detuvo de manera parcial las investigaciones; el monolito de la diosa Tlaltecuhtli es el más grande en la historia de la cultura mexica.

  • Alberga gran cantidad de objetos y ejemplares de plantas, aves, mamíferos y organismos acuáticos.
  • Los mexicas acostumbraban enterrar grandes ofrendas en sus principales lugares de culto.
  • Está compuesta por cuatro mil restos orgánicos que representaban la cosmogonía.

Leonardo López Luján, director del Proyecto Arqueológico Templo Mayor, comentó en entrevista:

Al principio pensábamos que se trataba de un hallazgo fortuito, pues tres de las especies de pepinos de mar encontradas son muy pequeñas, y podrían haber estado dentro de bases de corales que fueron arrancados; sin embargo, la cuarta especie alcanza tallas mayores a los 20 centímetros de largo, de manera que indudablemente fue capturado para ser parte de la ofrenda".

Se cree que los animales eran sacrificados al momento del rito, y mientras más dotada era la ofrenda, la deidad era más respetada. Francisco Alonso Solís, también curador de la colección Nacional de Equinodermos del ICML, comentó que los pepinos de mar (holoturias) existen en el planeta desde hace 400 millones de años; hoy en día se conocen cerca de mil 700 especies, que habitan en casi todos los ambientes marinos.

Son importantes porque son los arquitectos del fondo marino. A través de su cuerpo pasan toneladas de arena en un año, son los responsables de que esté floja y no la sintamos como si fuera cemento; ellos remueven el sustrato y es importante en lo ecológico, porque meten oxígeno en la arena para que animales sobrevivan".