Corea del Norte registró en 2018 una dependencia comercial de China de casi un 92 por ciento, lo que representa un incremento de más de cinco veces en comparación con la cifra de 2001, señala un informe de la Asociación de Comercio Internacional de Corea del Sur (KITA) dado a conocer este domingo.
Según el texto, la dependencia comercial norcoreana ante China el año pasado fue del 91.8 por ciento, lo que supone 5.3 veces más que el 17.3 por ciento en 2001, destacó la agencia noticiosa Yonhap.
En 2001, Japón participaba con el 30.1 por ciento en el comercio de Corea del Norte, seguido de China con el 17.3 y Corea del Sur con el 8.8.
Pero en 2010, las sanciones japonesas contra Corea del Norte y la operación de la planta industrial intercoreana de Kaesong cambiaron el orden de la dependencia, con China registrando un 45.3 por ciento, convirtiéndose en el principal socio comercial, Corea del Sur con un 25 por ciento, situándose en el segundo lugar y la India en el tercero con un 7.5 por ciento.
Sin embargo, en 2016, la suspensión del complejo fronterizo de Kaesong, hizo que se detuviera todo el comercio intercoreano. Asimismo, el refuerzo de las sanciones de la comunidad internacional contra Corea del Norte hicieron que China registrara la mayor parte del comercio con el país aislado en 2018. El resto fue para la India y Rusia con un 1.4 y 1.3 por ciento, cada uno.
El comercio norcoreano ha cambiado dependiendo de su situación con países extranjeros, añadiendo que si en el futuro se alivian las sanciones contra el país comunista, su comercio con Corea del Sur, Japón y la India, entre otros, volverá a aumentar.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una serie de sanciones contra Corea del Norte, que fueron también propuestas por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad. Estas se dieron luego de una serie de ejercicios nucleares realizados por Pyongyang.
Las sanciones contemplan seis objetivos principales: bloquear las importaciones de petróleo de Corea del Norte, prohibir las exportaciones de textiles, poner fin a los contratos de trabajadores extranjeros, reprimir los esfuerzos de contrabando, detener los negocios conjuntos con otras naciones y sancionar a las entidades gubernamentales norcoreanas.