Para que Facebook recupere su confianza, debe mostrar que las cuentas de usuarios activos en Estados Unidos, Canadá y Europa se estabilizan y que su capacidad para aumentar ingresos publicitarios en esas zonas no se vio gravemente afectada por los escándalos que protagonizó en 2018.
[Para estar informad@: Facebook pagó a usuarios para monitorear sus smartphones].
A través de la renovación del modelo de publicidad que dirige anuncios basados en intereses de cada usuario, la red social espera rebasar sus 2 mil 200 millones de cuentas y seguir generando multimillonarios ingresos; aseveró que este proceso de comunicación no vende los datos de los internautas.
Buen modelo de negocios
Anunciantes se mantienen fieles a Facebook, que permite a empresas grandes o pequeñas dirigir mensajes a grupos demográficos específicos con índices medibles: Hay más de 90 millones de pequeñas empresas en Facebook y constituyen una gran parte de nuestro negocio, escribió Mark Zuckerberg, fundador de la red.
La mayoría (de las empresas) no podía permitirse comprar anuncios de televisión o cartelera publicitaria, pero ahora ya tienen acceso a herramientas que sólo las grandes empresas podían usar antes.
Historial manchado
En 2018, Facebook fue acusado por autoridades estadounidenses y europeas por permitir el acceso a millones de cuentas privadas y por difundir anticampañas en contexto de las elecciones presidenciales de 2016 en la Unión Americana, en las que resultó electo Donald Trump.
[Puedes leer: Facebook "no vende los datos personales", insiste Zuckerberg].
Además, según el sitio de noticias en línea TechCrunch, Facebook pagó a usuarios, incluidos adolescentes, para monitorear la actividad de sus teléfonos celulares en el marco de planes para conseguir datos que le ayuden en sus esfuerzos competitivos que amenazan con desplazarlo del mercado.
Finalmente, Apple revocó certificados que permitían a la red social participar en su programa de desarrollo empresarial de aplicaciones para sus aparatos: Facebook usa su membresía para distribuir una app de recolección de datos a consumidores, lo que es un incumplimiento de su contrato con Apple.