Mon Choco es una fábrica de chocolates orgánicos en Costa de Marfil que se encarga de producir cacao con la ayuda de los pedales de una bicicleta.
En la fábrica cuentan con una bicicleta de molienda, rodeada por bandejas de granos de cacao cuidadosamente clasificados. Éstos los vierten en un embudo y se transforman en una pasta mediante un molinillo que se activa con el movimiento del pedaleo.
Realmente queremos tener un impacto sobre el medio ambiente, consumiendo el mínimo de electricidad y combinarlo con un poco de entrenamiento deportivo . Dana Mroueh, chocolatera artesanal
Las personas que trabajan en este lugar se encargan de supervisar el proceso, desde el momento en el que se seleccionan los granos de cacao hasta que se transforman en dulce, produciendo barras de chocolate totalmente orgánicas y ecológicas.
Mi chocolate está compuesto de 70% de cacao y 30% de azúcar morena. No agregamos manteca ni aceite vegetal. Es solo cacao crudo y azúcar". Dana Mroueh, chocolatera artesanal
Actualmente, la industria del cacao está amenazando el medio ambiente e incluso está contribuyendo a la deforestación. Los grupos ambientalistas dicen que Costa de Marfil corre el riesgo de perder toda su cubierta forestal para 2034.
El chocolate orgánico es caro de producir y se destina principalmente al mercado europeo . Dana Mroueh, chocolatera artesanal
Existen otras iniciativas de este tipo que se están desarrollando en este país, aunque sólo representan un nicho de mercado de cinco toneladas de granos de cacao por año, en un país que produce más de dos millones de toneladas.