EU impone restricciones para el desarrollo de chips a Huawei

Donald Trump busca dejar fuera del mercado global al grupo chino.

Huawei criticó este lunes las últimas medidas de la administración de Donald Trump que buscan dejar fuera del mercado global al grupo chino, que está intentando "sobrevivir".

El departamento de Comercio anunció el viernes que pondría el foco "estratégicamente en la adquisición de semiconductores por parte de Huawei que sean producto directo de ciertos programas informáticos y tecnologías estadounidenses".

Según la compañía está decisión es "arbitraria y  perniciosa" y tendrá consecuencias sobre un gran número de industrias en el mundo.

Las nuevas medidas inevitablemente tendrán repercusiones en nuestras actividades comerciales. Ahora, para nosotros la sobrevivencia es la clave, pero confiamos en que pronto encontraremos soluciones". Guo Ping, presidente Huawei

Huawei ha logrado sortear sanciones anteriores recurriendo a proveedores de chips y componentes en otras partes del mundo, pero que en realidad son fabricados con tecnología estadounidense.

La administración de Donald Trump percibe a Huawei como una amenaza para la seguridad nacional, acusando al grupo de estar en connivencia con el gobierno de Pekín, sin embargo la empresa niega rotundamente esta afirmación

Estas medidas apuntan directamente el gigante tecnológico chino, uno de los principales fabricantes de teléfonos móviles del mundo, también proveedor de equipos de infraestructura para telecomunicaciones, que según Estados Unidos han incurrido al robo de secretos industriales y asistido a Pekín en tareas de espionaje.

Para justificar sus nuevas medidas, las autoridades estadounidenses afirmaron que Huawei eludió las restricciones anteriores impuestas desde 2019. El grupo chino y 114 filiales integran una lista negra, que exige a las empresas obtener una licencia para poder exportar productos estadounidenses, así que se ha otorgado un plazo de 120 días para la aplicación de estas restricciones.

La guerra comercial entre ambas potencias parece reanudarse de manera fuerte, con las relaciones entre ambas aún más deterioradas por las acusaciones de Donald Trump a Pekín, precisamente, por su supuesta responsabilidad en la pandemia de coronavirus.