Curiosidad, aventura, esperanza, desilusión, aburrimiento. Bajo estas premisas, más de una persona ha probado una aplicación de citas para encontrar el amor -o algo parecido-, aunque los resultados varían de persona a persona.
En estudio publicado por la consultora The Competitive Unit (CIU), en México existen 121 millones de líneas celulares de las cuales 106.3 millones son utilizadas en smartphones, con 80.2 millones de mexicanos conectados permanentemente a Internet.
La tercera parte, que representa el 35.3% de la población con acceso a internet, ha descargado por lo menos una de las aplicaciones para ligar que están disponibles. Las cifras de usuarios quedan así:
- Tinder: 35%
- Bumble: 25%
- Happn: 12.3%
- Grindr: 11.2%
- Badoo: 10.1%
Sin embargo, para que estas cifras no sólo queden como números sin nadie detrás, usuarios relataron su historia.
Pao, 32 años. De peor a mejor.
El recorrido de Pao inició hace 3 años, cuando ante la soltería autoimpuesta por una relación de idas y venidas que duró desde la preparatoria, se hartó y salió a buscar una posible relación en una de estas aplicaciones. Sin embargo sólo encontró hombres mayores y morbosos en búsqueda de un acostón.
Esto no le gustó, por lo que decidió dejar a un lado la misión y continuar soltera, hasta este 2019.
"Una amiga, me contó de sus conquistas por Badoo, yo no compartí su opinión, y le conté de los hombres libidinosos que me contactaban, ella me dijo, "es que no te deben escoger, tú elijes con quién", eso cambió mi perspectiva. Volví a entrar a la app, pero con la idea de "yo elijo.
Bajo esa premisa, probó Badoo y se encontró con una vendimia de hombres que con su mejor pose trataban de seducir. Del mercado, Pao se quedó con tres prospectos.
Con ellos platicaba de tonterías y otras hasta subidas de tono. He conocido a dos y con otro sólo seguimos por mensaje. De los dos chicos, uno es el que llama más mi atención, obviamente hemos llegado más allá.
No sé hasta dónde llegue, pero lo que sí es cierto es que se mantiene la idea constante de que esto puede ser muy pasajero y quedar simplemente como una experiencia más. No puedo afirmar si por los medios electrónicos es posible encontrar el amor, hay casos de éxito, en mi caso aún no sucede eso... Tendré que esperar a ver qué pasa, puede que sí, puede que no, eso el tiempo lo dirá.
Abril, veintitantos. Mientras tanto.
La curiosidad provocó que Abril descargara Bumble a mediados del año pasado, los matches llegaron inmediatamente. Decenas de hombres con peculiares gustos comenzaron a mandar mensajes, hasta que Fernando llegó.
Él, originario de Sinaloa, se mostró como su ideal, un hombre culto que compartía con ella varios de sus gustos como la música clásica, los gatos y otras cosas, excepto el de una relación formal, pues mientras estaba con ella, mantenía una relación a distancia con una chica de Brasil.
Cuando Abril descubrió esto, los problemas surgieron.
Cumplimos tres meses y poco después de eso se comportaba muy distante y siempre creí que le gustaba alguien más, pero siempre me decía que no, hasta que un día, que yo me sentía triste, me terminó.
Tiempo después volvieron, sin embargo, nada fue igual y luego de que Fernando viajara a Brasil, regresó enamorado de alguien más.
Abril entró en depresión, trató de regresar con él, pero los intentos sólo quedaron en algo sexual, incluso pidió su auxilio ante la depresión, pero como respuesta sólo obtuvo un Tienes que ir a terapia.
Kevin, 23 años. Terminó en un amarre.
Kevin conoció a Orlando en Tinder, conectaron por los gustos similares que tenían y eso los llevo a comenzar una relación en línea. Sin necesidad de verse mantenían una conexión especial, que se traducía en largas pláticas, memes, música y citas que no se concretaban, hasta que por fin lograron verse.
De esa salida comenzó una separación, pues de las pláticas que duraban días enteros sin cortar el hilo, se estacionaron frases cortantes y respuestas hasta días después.
Llegó un momento en que sólo me dijo que no éramos nada y casi desapareció, hasta que lo invité a ver a Crystal Castles y sin dudar me dijo que sí
En ese concierto, Kevin esperó que las cosas volvieran a la normalidad, pero las cosas que hicieron más frías y tiempo después Orlando lo bloqueó de todas sus cuentas de redes sociales.
Estaba desesperado, entré en depresión y no sabía qué hacer. Traté de hacerme fuerte, pero no podía.
Con el alma en hilo, Kevin recurrió a ayuda mágica del Mercado de Sonora, primero con velas y después con un amarre, el cual aseguraba que podía hacer que Orlando regresara en un lapso de 6 semanas, 6 días o 6 meses.
Sin embargo, el plazo se cumplió y, para cerrar un ciclo, Kevin cortó todo su cabello. Compartió la hazaña en redes sociales y sin necesidad de amarre, velas o boletos de conciertos, Orlando volvió con un mensaje que decía ¿Por qué te cortaste el cabello?.
A los mexicanos les gusta el amor, una encuesta a propósito de esta festividad, realizada por De las Heras Demotecnia reveló que el 54% de los mexicanos se sienten enamorados.