Coronavirus, nuevo centro de "fake news" para redes sociales

Los usuarios de las redes sociales a menudo optan por destacar los contenidos sin importar veracidad. Foto: AFP

Facebook y otras redes sociales sabían que 2020, con las elecciones presidenciales de Estados Unidos, sería un año difícil en términos de desinformación. Pero la pandemia de coronavirus ha abierto otro frente con consecuencias potencialmente mortales.

Tanto de fuera de Estados Unidos como de dentro, la amenaza que se cernía sobre los comicios de noviembre había sido identificada hace mucho tiempo y las plataformas parecían, en cierta medida, listas para enfrentarla.

Sin embargo, nada podía hacerles presagiar el diluvio de información errónea, teorías conspiratorias y falsas curas milagrosas que circularía en línea a medida que la pandemia de COVID-19 se extiende por el mundo.

Siempre hay una disparidad entre lo que las personas piensan que es verdad y lo que están dispuestas a compartir", dijo David Rand, especialista en el cerebro y las ciencias cognitivas del MIT.

En otras palabras: los usuarios de las redes sociales a menudo optan por destacar los contenidos con más posibilidades de recibir "me gusta" y ser muy compartidos, aunque no estén seguros de su nivel de precisión.

Por lo tanto, son clave los mensajes que los alientan a preguntarse previamente sobre la veracidad de esos contenidos, cree Rand, coautor de un estudio publicado a principios de marzo sobre la desinformación en torno al nuevo coronavirus. Algo a lo que las plataformas pueden parecer reacias a implementar por miedo a "reducir la calidad de la experiencia del usuario".

Falsos remedios ante coronavirus

Pero mientras los científicos trabajan sin descanso en todo el mundo para encontrar vacunas y tratamientos, las informaciones falsas que se propagan en línea pueden tener consecuencias dramáticas.

Cenizas volcánicas, lámparas UV o lejía, la lista de supuestos remedios que pueden ser peligrosos es cada vez más larga.

"He visto publicaciones sobre tratamientos o métodos de prevención cuya eficacia no ha sido probada, o llenas de información engañosa, con llamados a la población a abastecerse de equipos y alimentos", señala el doctor Jason McKnight, profesor de medicina en la Universidad A&M de Texas.