¿El verano combatiría la propagación del COVID-19?

Con temperaturas superiores a 25° centígrados en el verano habría un 3.1% menos riesgo de transmisión de COVID-19. Foto: Cuartoscuro.

Investigadores de la Universidad de Harvard, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y otras universidades de Estados Unidos encontraron que con las temperaturas superiores a los 25 grados centígrados podría haber un 3.1% menos riesgos de transmisión de COVID-19.

El efecto del clima sobre el COVID-19 ha sido objeto de una extensa investigación en los últimos meses. A medida que en Estados Unidos se flexibilizan las medidas sanitarias y se levantan los cierres de espacios públicos, más personas visitarán playas, parques y demás sitios recreativos.

  • Al revisar tres mil 739 condiciones climáticas diversas, investigadores consideraron que con aumentos de 1.8 grados por encima de los 25, había una reducción adicional del 3.1% en el número de reproducción del COVID-19.

Sin embargo, igual que otras investigaciones, encontraron que la transición al clima de verano no será suficiente para contener la transmisión. Agregaron que una eventual disminución en verano probablemente sería seguida por un aumento estacional de las infecciones en el otoño, precisó The Washington Post.

Otro estudio de la Universidad de Princeton y los Institutos Nacionales de Salud afirmó que la falta de inmunidad al COVID-19 superará cualquier influencia moderadora que el clima cálido y húmedo puedan tener sobre su propagación. Sólo en el futuro, si el virus se vuelve endémico y estalla en brotes pequeños por año, el clima será factor.

  • Pero David Heymann, profesor de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo que los estudios de laboratorio sobre el comportamiento de la enfermedad deben ser tomados con precaución.

"Son sólo estudios de laboratorio y no situaciones reales. Todavía lo vemos transmitirse en la mayoría de las partes del mundo, incluso en las áreas tropicales", precisó el docente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en marzo que no hay evidencia que compruebe una reducción en la transmisión a determinadas temperaturas.