La Organización Mundial de la Salud (OMS) estudia un posible vínculo entre el coronavirus (COVID-19) y una rara dolencia infantil. Se trata del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS) que ha provocado la muerte de niños en Estados Unidos y Europa.
El PIMS es un grave trastorno inmunológico cuyos síntomas son:
- Fiebre persistente
- Dolor abdominal agudo
- Ganglios linfáticos inflamados
- Sarpullido
- Lengua hinchada
Este síndrome también causa inflamación de los vasos sanguíneos y, en algunos casos, daño cardíaco.
Los síntomas son similares a los de la enfermedad de Kawasaki, que afecta a niños muy pequeños. Sin embargo, existen algunas diferencias: el carácter inflamatorio y el daño cardíaco son "mucho más marcados" en los casos en que se sospecha que pudieran estar relacionados con el COVID-19.
- Además, la nueva enfermedad puede afectar a niños con mayor edad y adolescentes, a personas de entre 5 a 20 años.
¿Cuáles son las consecuencias?
Aunque la mayoría de los niños afectados por este síndrome han dado negativo para el nuevo coronavirus, muchos han dado positivo para anticuerpos contra COVID-19. Esto significa que contrajeron el virus antes, pero sus cuerpos lo combatieron.
Según las autoridades sanitarias, el virus desencadena una reacción retardada y exagerada del sistema inmunitario que hace que el virus se desborde y se filtre a los tejidos y órganos de los niños afectados.