Hablar dos idiomas podría ser un factor de reserva cognitiva contra la demencia, de acuerdo con una investigación publicada en la revista científica Alzheimer 's Research and Therapy.
Mediante un estudio, investigadores de la Universidad Jaume, en España, analizaron a un centenar de pacientes bilingües (que hablan dos lenguas a la perfección) y monolingües (quienes sólo emplean una lengua) con deterioro cognitivo leve y una edad de 73 años.
El estudio reveló que el bilingüismo contribuye a la reserva cognitiva, debido a que las personas bilingües manifiestan los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer hasta 5 años después que los monolingües.
- Otros estudios transversales, apunta la revista, demuestran que los bilingües tienen mayores cantidades de atrofia cerebral e hipometabolismo que los monolingües, a pesar de compartir el mismo diagnóstico y sufrir los mismos síntomas. Sin embargo, estos estudios pueden estar sesgados por posibles diferencias preexistentes entre grupos.
Se ha podido observar que el grupo de bilingües ha tenido una menor pérdida de volumen cerebral y ha mantenido mejor sus capacidades cognitivas& se trata de la primera evidencia longitudinal de este posible efecto protector del bilingüismo contra la demencia", comentaron.
Si bien ya existían estudios que demostraban que las personas bilingües tardaban hasta cinco años más en llegar a la demencia que los monolingües, este estudio ha revelado que se debe a la estimulación cognitiva favorecida por la alternancia en el uso entre una lengua y otra, señalaron.
¿Qué es el deterioro cognitivo?
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) define el deterioro cognitivo como la pérdida de funciones como la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento de la información.
¿Cómo se puede retardar?
La máxima casa de estudios afirma que las actividades intelectuales como leer, solucionar problemas matemáticos o crucigramas, jugar ajedrez o juegos de memoria, y usar la computadora, entre otras, aumentan la reserva cognitiva (es decir, la capacidad para resolver retos de memoria), y este desarrollo es un factor de buen pronóstico frente al deterioro cognitivo.