No todo lo que brilla es oro: autos eléctricos también contaminan

El estudio dice que los autos eléctricos podrían no contaminar tanto en la calle, pero sí en el lugar de donde se obtiene su energía. Foto: AFP

Un grupo de científicos españoles expuso uno de los mitos de los autos eléctricos; a pesar de que cree que los efectos en el medio ambiente de estos vehículos son menores o casi inexistentes, los expertos señalaron que pensar así es un error, pues los autos eléctricos sí contaminan. 

Al realizar un estudio, los científicos encontraron que la contaminación producida por los autos eléctricos proviene no sólo de los tubos de escape, sino también del uso que se les da a los frenos y del rozamiento de las ruedas sobre el asfalto.

Dicho estudio se centra en las partículas en suspensión. El informe estima que solo el 7% de la contaminación por partículas pequeñas del tráfico (es decir, aquellas con un diámetro inferior a 2,5 micras) procede de los gases de los tubos de escape.

Si bien estas partículas son una parte importante de la contaminación producida por los coches de combustión y de las que más daños provocan en la salud, no son las únicas", advirtió Santiago Molina, investigador del Instituto Superior del Medio Ambiente de Madrid.

Todavía hacen falta más estudios para poder diferenciar entre la contaminación por partículas procedentes de los frenos y del rozamiento de las ruedas con el asfalto de los del tubo de escape.

Los autos eléctricos salen ganando si comparamos el resto de gases: dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno porque no emiten in situ ninguno de ellos, a diferencia de los vehículos de combustión, prosiguió.

En la calle no, pero donde se cargan...

Los expertos expresaron que "es importante remarcar que no contaminan en el lugar donde circula el coche, pero sí contaminan donde se genera la energía eléctrica, siempre que ésta no proceda de energías renovables"

Advirtieron que esto depende del "mix energético" de cada país; es decir, de las fuentes de energía primaria que utilizan en la generación eléctrica.

El lado bueno radica en que el mundo avanza hacia la transición energética y va creciendo año a año. Por ejemplo, la Unión Europea se fijó como objetivo que la energía que produce en esa región sea 100% limpia para 2050.

En definitiva, los vehículos eléctricos son mejores que los de combustión, pero nos equivocaríamos si solamente cambiamos un coche por otro. Hay que reducir el uso del vehículo privado y apostar por otras formas de movernos", finalizaron.