Todas las personas viven la crisis de los 40 años. Especialmente a esa edad es cuando se preguntan acerca de sí mismos y confrontan ciertas interrogantes, como si tomaron o no las decisiones correctas. ¿Qué sentido tiene mi vida?, es una de las preguntas más frecuentes que nos hacemos.
Otras interrogantes comunes son: "¿Hago lo que realmente soy?", "¿He sido fiel a mí mismo, a lo que quiero?". Todas estas preguntas forman parte de la crisis existencial que las personas pasamos.
En este sentido, la vicepresidenta de la Sociedad Española de Psicología Analítica, Maite Alcón, en un artículo publicado por Europa Press, recomendó que para superar todas estas preguntas cuando llega la crisis existencial es necesario buscar ayuda psicológica.
En opinión de la especialista, lo más importante del sufrimiento es encontrar su origen.
La crisis nos trae una aceptación de nuestra personalidad y nos impulsa a mejorar los aspectos que nos hagan sentir bien, puntualizó.
La experta resaltó que hay un mecanismo de anestesias para evadir esa crisis existencial de los 40 años, como refugiarse en las drogas, en el trabajo, ver televisión, buscar nuevas sensaciones, dinero o sexo, lo cual lleva a dejar en el olvido las preguntas, aunque éstas seguirán estando ahí y, si no las resolvemos, saldrán con fuerza.
- Los cambios emocionales suelen aparecer entre los 35 y 60 años, momento en que, se quiera o no, se cuestionan las elecciones que se han tomado en la vida, al tiempo que se reconocen las limitaciones y llega la sensación de estancamiento.
¿Qué sentido tiene mi vida?
Las personas consideran que su vida está resuelta cuando consiguen el trabajo adecuado, se casan con la persona que creen correcta, tienen hijos y compran una casa; sin embargo, en realidad no es así, consideró la especialista.
A los 40 años es cuando se siente una insatisfacción profunda. En el caso de las mujeres, si han seguido un rol de madre o cuidadora del hogar, llegan a los 40-45, cuando sus hijos son mayores y se han ido, y entran en una profunda crisis. En los hombres puede aparecer el miedo a envejecer, así como el hastío de su carrera profesional