Realizar un viaje a África puede resultar toda una aventura, incluyendo el tema de salud si no se toman las medidas preventivas oportunas. La enfermedad del sueño es una de las que se pueden adquirir en esa región, debido a la picadura de la mosca tsé-tsé.
La tripanosomiasis humana africana (THA), mejor conocida como la enfermedad del sueño, ocurre en 36 países del África subsahariana, siendo la Trypanosoma brucei gambiense, la que se presenta con mayor frecuencia, con 98% de los casos registrados.
Por ello, la especialista en medicina del Viajero y directora de Vacunas y Visas en Viajes, Elizabet Macías, advirtió sobre el riesgo de contagio en los siguientes países:
- República Democrática del Congo.
- Angola.
- República Centroafricana.
- El Chad.
- Sudán.
- Uganda.
Una persona puede estar infectada por meses o incluso años sin presentar manifestaciones clínicas importantes, y cuando aparecen, es frecuente que la enfermedad esté avanzada, afectando el sistema nervioso central, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cuáles son los síntomas?
Tras el periodo de incubación que dura dos semanas, en la zona de la picadura, la piel se inflama, existe enrojecimiento y dolor.
Cuando el parásito ataca al sistema nervioso central produce graves trastornos neurológicos, si el paciente no recibe un diagnóstico temprano, y en consecuencia un tratamiento oportuno, puede morir.
En la primera fase del padecimiento conocido como hemolinfática, el microorganismo se encuentra únicamente en la sangre y es fácil de tratar, aunque difícil de diagnosticar, ya que los síntomas son malestares generales.
La segunda fase, que se conoce como neurológica o meningoencefálica, comienza cuando pasa de la sangre al sistema nervioso central y aparecen síntomas como mala coordinación, confusión y trastornos del sueño.
Puede haber también fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor muscular y articular, dolor de cabeza intenso y persistente que va acompañado de sensación de pesadez, e irritabilidad.
¿Cómo prevenirla?
Aunque no existe vacuna para prevenir esta afección, hay medidas que pueden tomarse como usar ropa amplia de algodón o lino y colores claros, que tape la mayor parte posible del cuerpo.
Así como utilizar en las zonas del cuerpo expuestas, especialmente en las horas de más calor, repelentes de insectos tópicos que contengan N-dietil-m-toluamida (deet al 40%) o repelente (permetrine).
Además de la picadura de la mosca tsé-tsé, existen otras vías de infección como la transmisión de madre a hijo, el contacto con agujas contaminadas y se tiene registrado la transmisión del parásito por contacto sexual.