Recrean cráneo de denisovano que vivió hace más de 70 mil años

Un grupo de científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén realizó la primera reconstrucción facial de un grupo de homínidos, mejor conocidos como denisovanos.

Los investigadores hicieron un estudio genético y determinaron algunas de sus características anatómicas para poder realizar un diseño de su cara y cabeza por medio de la tecnología.

Se descubrió que el ser humano moderno no desciende del homínido de Denísova ni del Neanderthal, pero nuestra especie se cruzó con ambos y recogió marcadores genéticos que aún se detectan en ciertas poblaciones.

Por lo que en este trabajo se utilizó el ADN de dos Neandertales, cinco miembros antiguos y 55 modernos de nuestra especie, junto a cinco chimpancés, además del dedo del homínido.

El material genético provino del hueso de un dedo de una hembra que vivió hace más de 70 mil años y que era originaria de Denísova, población conocida principalmente por los fragmentos de huesos y dientes hallados en la cueva de ese nombre en Siberia.

Los investigadores buscaron diferencias de niveles de actividad de genes específicos que afectan los rasgos anatómicos e identificaron 32 rasgos que dieron indicios sobre el esqueleto del homínido como las mandíbulas robustas, frente baja, caja torácica grande y pelvis ancha.

Según los expertos estas reconstrucciones fueron solo el comienzo de la investigación sobre los denisovanos y con el paso del tiempo este tipo de análisis podrá revelar como evolucionaron nuestros antepasados.

¿Quiénes eran los denisovanos?

Hace unos 100 mil años había varios grupos diferentes de humanos, incluidos los denisovanos.

Expertos señalan que este grupo se asentó en Siberia y en el este de Asia y se han encontrado evidencias de que vivían a gran altura en el Tíbet.

  • Hasta el momento los únicos restos que se han descubierto son tres dientes, un hueso meñique y una mandíbula inferior.

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