La cuarentena para mitigar la propagación de casos de COVID-19 causó algunos estragos en la estabilidad mental de las personas; sin embargo, Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que también ayudará a mediano plazo.
De acuerdo con el especialista en medicina conductual, tras la cuarentena por la pandemia de COVID-19 tendremos una mejor preparación hacia la regulación de nuestras emociones, que servirá para el desarrollo de actividades cotidianas.
Y ante la llamada nueva normalidad las personas comenzarán a experimentar diversas sensaciones que incluyen el reducir el malestar, tener conocimiento de nuestro autocuidado y una sensación de suficiencia.
Algunos les tomará más tiempo que a otros, pero ante el regreso a la llamada nueva normalidad sabremos que no debemos ser hipervigilantes, sin perder conciencia del riesgo, aceptar la idea de que el confinamiento puede volver a ocurrir. Ya estaremos mejor capacitados para discernir información, con rutinas cotidianas en casa y trabajo", Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Destacó que las situaciones difíciles por las que ha pasado la humanidad le han ayudado a adoptar destrezas. Y agregó que la población funciona mejor si percibe que está apoyada, por lo que pidió asumir y normalizar el bienestar.
No hay que sentirnos culpables por sentir miedo, éste nos ayudó no hace tantos años a que nuestra especie sobreviviera, y estas situaciones nos han hecho adoptar destrezas", Juan José Sánchez Sosa, profesor emérito de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Aunque el especialista de la UNAM aceptó que algunas personas experimentarán, a mediano plazo, un trastorno por estrés postraumático tras varias semanas de confinamiento, aclaró que los efectos psicológicos no son en ocasiones desadaptativos; es decir, que éstos no impedirán el desarrollo de las actividades cotidianas.
Los contras de la cuarentena
La cuarentena por COVID-19 ha causado estragos en la salud mental de las personas causando alteraciones del sueño, episodios de ansiedad y miedo e incluso desconcierto psicológico ante la información poco clara y contradictoria que se consumen a lo largo de un día referente a la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus.
La exposición continua al tema crea una sensación de que el problema se agrava cada vez más, surge la hipervigilancia y se interpreta de manera dramática, "puede crearse una sensación permanente de tragedia", señala el experto. Esto crea estados de alerta ansiosa e imposibilita procesar la información.
Las personas en cuarentena también ha padecido un desequilibrio emocional en extremos que se ve reflejada en la activación exagerada, la cual se manifiesta en algunas personas con molestia ante la tranquilidad de otros, además de una necesidad de constante certeza, una franca expresión de malestar y cansancio de "estar así".