Del Puente de Alvarado a la Calzada de la Noche Victoriosa

El embajador del Vaticano en México, Alberto Barranco, reflexiona sobre la polémica alrededor de cambiarle el nombre a las calles de Avenida de Puente de Alvarado y la denominación de “Árbol de la Noche Triste a “Árbol de la noche de la Victoria” y que el tramo de la Calzada México-Tacuba en la zona de Popotla se llame Avenida de la Noche Victoriosa.

De acuerdo con nuestro colaborador, “se trata de un asunto bastante añejo”, ya que “desde los anales de 1940, 1950 y 1960 ya existía en la Comisión de Nomenclatura y esa idea, la cual fue planteada por intelectuales, historiadores, escritores y demás”.

Para entender por qué las autoridades capitalinas buscan cambiarle el nombre a esta importante avenida y a este vestigio histórico, el embajador narra lo ocurrido en 1520 entre los españoles a cargo de Pedro de Alvarado y Hernán Cortés y los indígenas mexicas:

“La intención de que no aparezca el nombre de Pedro de Alvarado es en virtud de que se trata de alguien que fue calificado como un ‘guerrero sangriento’”.

Ya que según el experto, “Alvarado fue el hombre que en la fiesta que se realizaba a los dioses Tezcatlipoca y Huitzilopochtli, llevó a cabo una matanza inaudita”.

“Bajo la idea de que había una conjura para matar [a Pedro de Alvarado] y bajo la idea de que habían profanado símbolos sagrados del catolicismo, los señores que estaban en el Templo Mayor desarmados totalmente, estaban danzando cuando las lanzas [de los españoles] les atravesaron, en muchos casos por la espalda”.

De acuerdo con Barranco, “esta situación generó un descontento por parte de los indígenas y de pronto fueron a sitiar la casa donde habían metido en cautiverio al emperador Moctezuma. Después se hizo un asedio de varios y días y finalmente la noche del 30 de junio de 1520, se realiza la huida de los españoles hacia la calzada de México-Tacuba”.

El experto asegura que esto ocurrió “en un cortadillo de agua que había ahí, frente a una ermita que ahora es la Iglesia de San Hipólito” y que fue en ese lugar donde Pedro de Alvarado “tuvo un problema porque los mismos españoles que habían cargado el oro para llevárselo, se encontraron que el peso los hundía en el lugar”.

Motivo por el cual, De Alvarado “realizó el famosísimo salto que le dio origen a la idea de que la calle se llamara el día de hoy Puente de Alvarado”.

Finalmente, dice el embajador, “la situación terminó con el momento en que Hernán Cortés llora la derrota justamente bajo el ‘Árbol de la Noche Triste’”.

Por ello, Alberto Barranco cree que este momento de la historia “no debe ser un recuento de la derrota de los españoles sino un recuento de la victoria de los Aztecas”.

“Por lo mismo parece natural que finalmente se le quiera cambiar el nombre a esta calle que  tiene una tradición sí, pero ahora hay que rescatar la historia, y hay que decir las cosas como realmente fueron”.

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