El Papa León XIV: el legado latinoamericano del sucesor de Francisco

| 12:50 | Alberto Barranco | UnoTV

Tras la muerte del Papa Francisco, el mundo católico ha recibido a su sucesor, el Papa León XIV, un hombre con profundas raíces en América Latina y una firme postura doctrinal, explica Alberto Barrranco en esta colaboración.

Barranco destaca que los ojos del mundo están puestos en el sucesor Francisco, el Papa León XIV, quien comienza a perfilarse no solo como heredero del cargo, sino como una figura que el mismo argentino “seguramente habría elegido” si hubiera podido votar.

Un Papa de sangre sajona y alma latinoamericana

Nacido en Chicago bajo el nombre de Robert Francis Prevost, el nuevo pontífice no es ajeno al continente americano. “Adoptó la nacionalidad peruana” y tiene raíces familiares en España, Cuba, República Dominicana y Perú. Pero más allá de sus orígenes, su experiencia directa con América Latina ha sido vasta y profunda.

Prevost fue superior general de la Orden de San Agustín, lo que lo llevó a realizar 15 visitas a México, siendo la parroquia de San Agustín en Polanco su base de operaciones.

“De ahí salía a Guadalajara, León…”, lo que le permitió conocer de primera mano las comunidades y el sincretismo mexicano:

Su visita a Chalma le dio la visión de lo que es la combinación de la fe católica con las tradiciones y costumbres de antaño”, dijo Barranco.

Compromiso social y ortodoxia litúrgica

A diferencia del estilo pastoral más flexible de Francisco, el Papa León XIV se define por un compromiso claro con la ortodoxia litúrgica y doctrinal. Sin embargo, comparte con su antecesor una profunda preocupación por la justicia social, la equidad y la paz mundial.

Es un hombre de palabra escasa pero potente. “Silencioso, reflexivo, pero un gran orador”, cuando predica, “verdaderamente estremece”, dicen quienes lo han escuchado.

Una nueva autoridad moral

Al frente de la Iglesia Católica, León XIV se proyecta como un líder espiritual global, atento a los cambios del mundo y firme en sus valores. Su perfil apunta a consolidarse como un garante de autoridad moral que entiende el poder de la palabra y la urgencia de la justicia, destaca Barranco.

“Estamos hablando de un Papa que, repito, si Francisco hubiera tenido la oportunidad de votar, seguramente lo habría hecho por él”, concluye.