La madrugada de este miércoles 1 de diciembre, un grupo de hombres armados detonó dos autos bomba para liberar al menos a nueve reos del Centro de Reinserción Social de Tula, en el estado de Hidalgo.
El grupo de personas armadas irrumpió en el recinto en Tula a bordo de vehículos, amagando al personal de seguridad penitenciaria, y durante el incidente se registró la fuga de nueve personas que se encontraban en reclusión.
Para nuestra analista, es preocupante ver los niveles de intensidad a los que llega el crimen organizado, ver coches bomba en distintos lugares para poder rescatar a un presunto criminal es delicadísimo.
Lo que a mí más me preocupa es qué implicaciones puede esto tener con la relación con Estados Unidos. Muchos de estos eventos, por ejemplo, el tema de los coches bomba, pues es considerado como un acto de terrorismo.
Alejandra Cullen explica que para México el que entren a un penal a sacar o a tratar de rescatar delincuentes no es una novedad. No quiere decir que esté bien, pero se sabe que los penales son vulnerables y los grupos delictivos están bien armados y preparados.
Sin embargo, el ya llegar a distractores con vehículos, coches bomba, eso ya lleva las cosas a un nivel distinto. Más llama la atención el que se trate aparentemente de un grupo huachicolero y no necesariamente de un grupo que esté estrictamente dedicado a temas de drogas.
Se sabe que uno de los internos fugados es José Artemio Maldonado Mejía, alias el “Michoacano”, conocido como uno de los líderes de la organización criminal “Pueblos Unidos”, dedicada al huachicoleo y al secuestro en la región de Tula.