La “mañanera” debería ser de ida y vuelta

Javier Solózano habla sobre el modelo de comunicación del Presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas, conocidas como “mañaneras”, donde aún no hay un diálogo de ida y vuelta como debería de ser.

El periodista destaca que las mañaneras generan una cantidad enorme de información, donde se dicen muchas cosas y aparecen periodistas de toda índole para hacer cuestionamientos y escuchar las afirmaciones que hace el Presidente.

“La clave del asunto es que el ejercicio, a pesar de que hay periodistas que en muchas ocasiones tiene preguntas a modo, y otras ocasiones el Presidente trae su propio discurso; por lo que este ejercicio inédito tiene tintes de excepcional pero el asunto es el desgaste que tienen”.

Javier Solórzano

El analista explica que este desgaste no llega directamente a AMLO, que mantiene sus grandes niveles de popularidad, sino con que la información se diluya o se pierda y que muchas de las cosas que dice el Presidente sean ataques directos o sean referencias en donde hay elementos y se manifiestan a lo largo del mismo día en que se muestran que lo que dice el Presidente no es correcto, no es cierto o que tiene matices, sin embargo, al día siguiente no son respondidos.

Solórzano plantea que el ejercicio debería ser de “ida y vuelta”, cuando se dice algo y a la mañana siguiente resulta hay una aclaración que sería el derecho a réplica.

“Eso creo que le falla muchísimo. Yo creo que adolece realmente la mañanera de eso porque el Presidente dice cosas en donde a lo largo del día se le demuestra lo contrario y no hace acuse de recibo; y aquí es donde viene el problema”.

Javier Solórzano

El periodista ejemplifica con un caso donde el Presidente dice que la UNAM le pidió a sus estudiantes que regresaran a clases presenciales pero la casa de estudios salió a aclarar que fue el sector salud quien se lo pidió a la universidad.

Finalmente, Solórzano señala contundentemente que en la mañanera el Presidente tiene que poner énfasis cuando dice algo y se le demuestra lo contrario, es su obligación decir “ayer dije esto y me dijeron esto”.

“Aquí nadie gana ni nada pierde porque el asunto acaba aclarado, la verdad es que no veo talante ni veo ánimo para eso, porque a veces se trata de que lo que se dice en la mañanera sea, aunque en verdad no lo sea”.

Javier Solórzano

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