No habría nada peor para el presidente que Morena se divida

Javier Solórzano explica que la historia que se está gestando en Morena es mucho más importante de lo que a simple vista parece, porque no habría nada peor para el Presidente que tener un partido dividido.

Nuestro analista comienza por explicar que Morena que es un partido en formación, que está en el poder y es el grupo mayoritario fue hecho a imagen y semejanza del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El periodista señala que las elecciones de su nuevo presidente deja ver lo que suele suceder en lo general en los grupos de izquierda;  la lucha por el poder dentro de sus partidos o movimientos se vuelve descarnada qué es lo que estamos viendo entre los aspirantes a la presidencia de Morena.

“Hay que recordar que ahora Morena tiene una gran cantidad de dinero que jamás imaginaron que pudieran tener”

Javier Solórzano

La razón de las buenas finanzas que acompañan a Morena es muy simple, la democracia mexicana siempre premia a los partidos que obtienen más votos.

Solórzano explica lo que está pasando en este momento con Morena y la elección de su próximo presidente donde se puede ver claramente cómo a los movimientos de izquierda les cuesta mucho llevar un proceso democrático con sus simpatizantes y decidieron hacer una encuesta que le encargaron al Instituto Nacional Electoral que fue llevada de ahí al Tribunal Electoral quién no la validará porque tiene una serie de irregularidades.

“En Morena están de la greña y lo más grave es que el presidente ya dio un golpe en la mesa para expresar que es muy poca dirigencia para mucho partido, aunque al parecer nadie dio acuse de recibo y todos siguen en lo mismo”

Javier Solórzano

Nuestro analista cree que ante este irregular proceso de elección lo que pueda suceder es que se quede en la actual dirigencia.

Solórzano describe que los integrantes de la izquierda están muy acostumbrados a señalarse entre quiénes son los puros o quiénes son los que formaron el movimiento o quiénes son los vendidos y lo que termina pasando es una confrontación que no tiene fin.

Esto significa que “si el presidente tiene un partido dividido puede ser grave para el destino que le quiere dar al país, ya que no hay una garantía de que vaya a ganar las elecciones porque si esto surge ahorita, imagínense cómo será el momento de decidir las próximas candidaturas donde se terminará peleando máscara contra cabellera”, concluyó Javier Solórzano 

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