“Lo peor que nos puede pasar es que nos empecemos a hacer líos con las vacunas” y según Javier Solórzano este no sólo es un problema del gobierno, sino de todo el país.
Nuestro colaborador destaca aunque existe un “acaparamiento” por parte de los países más ricos que pueden comprar más fácilmente las vacunas, también hay países con estrategias como “Israel que ya tiene un porcentaje altísimo de su población vacunada”.
En el caso de México, Solórzano sostiene que “el país actualmente sostiene tratos con varias farmacéuticas productoras de vacunas contra el COVID-19, entre ellas Pfizer”, pero que existen una serie de problemas colaterales que acompañan al tema de las vacunas.
En primer lugar, el periodista señala las variantes del virus SARS-CoV-2, las cuales a pesar de tener una mayor transmisibilidad, siguen respondiendo a las vacunas desarrolladas.
Y en segundo lugar menciona, el hecho de la distribución y aplicación de las inoculaciones; tema ante el cual, el experto cuestiona ¿a quién se le debe aplicar la vacuna?, y ofrece una respuesta:
“Los trabajadores de la salud en todas sus dimensiones, no solamente los que están en los hospitales, sino también con los paramédicos y otros profesionistas”.
Ante los casos sonados de personas que se han vacunado sin ser trabajadores de primera línea, el analista indica señala:
“La política del agandallamiento, no es un problema único en México, está pasando en todo el mundo, y en eso el gobierno debe tener el mayor de los cuidados”.
Javier Solórzano señala que es en el tema de la distribución y aplicación de las vacunas donde el gobierno mexicano está presentando problemas, por lo que sugiere no olvidar una serie de variables como, también vacunar a la población económicamente activa, para que el país pueda recuperarse y fortalecer las medidas sanitarias, como el uso del cubrebocas y la sana distancia.
