Una transición en el INM que deja más dudas que certezas
Javier Solórzano habla del nombramiento del exgobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina como director del Instituto Nacional de Migración (INM).
Después de siete meses de incertidumbre, finalmente se confirmó que el exgobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, asumirá la dirección del INM. Lo paradójico es que su nombramiento fue anunciado desde el 8 de octubre, pero tomará posesión hasta el 1 de mayo.
“¿Cómo nombran a alguien un 8 de octubre del 2024 y toma posesión hasta el primero de mayo del 2025? ¿Qué fue lo que pasó en ese tiempo?”.
Javier Solórzano
Durante este lapso, el aún titular del INM, Francisco Garduño, se mantuvo en funciones a pesar de estar involucrado en uno de los episodios más oscuros del sexenio: el incendio en un albergue de Ciudad Juárez, donde murieron 40 migrantes.
Solórzano recuerda que “se cerró con llave ese albergue y los propios migrantes, en un acto de protesta, aventaron cerillos para quemar los colchones… pero nadie tenía la llave para abrir el asunto, y más bien algunos se echaron a correr”.
Lo que siguió fue una investigación legal contra Garduño, quien fue llamado a juicio, firmó semanalmente y continuó en su cargo como si nada. “¿Qué responsabilidad puede tener el director del Instituto Nacional de Migración?”, se pregunta Solórzano, y añade que aunque no se le acusa de tener la llave en el escritorio, “eso forma parte de una supervisión sistemática que debe tener un Instituto como el INM”.
La presidenta, al confirmar finalmente la salida de Garduño, dijo que todo se manejó conforme a la ley. Pero como señala el periodista, “¿es legal cuando se trata de los míos y es ilegal cuando no se trata de los míos y son críticos de la 4T?”. Incluso la disculpa pública por lo ocurrido quedó mal coordinada: “¿Y cuándo cree que es la disculpa? El 2 de mayo. ¿Y cuándo se va el señor? El primero de mayo”.
Al final, quienes terminan pagando los costos somos los ciudadanos. “Pagamos los viajes del señor Garduño, que iba de un lugar a otro… todo el proceso se llevó con el dinero suyo y mío, de nuestros impuestos”, lamenta Solórzano. Y concluye con una reflexión que retumba: “Uno dice que hay cosas que han hecho interesantes, pero cuando ve una de estas cosas, uno dice ‘no es así’”. Así estamos.