Estado de México, adiós al bastión del PRI

En su participación reciente, Jesús Silva Herzog Márquez, profesor de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, reflexiona sobre la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Estado de México. Sus palabras, llenas de peso histórico y político, merecen atención y análisis.

Silva Herzog Márquez comienza destacando la relevancia de la derrota del PRI en el Estado de México, un bastión que el partido había mantenido durante décadas. Describe este territorio como el último espacio sobreviviente del reinado del PRI, una hegemonía política que, en su momento, parecía invulnerable. Su continuidad en el poder durante casi un siglo fue un fenómeno político excepcional, y su caída tiene repercusiones a nivel nacional.

Jesús Silva también subraya un cambio crucial en la estrategia del PRI. El partido ya no presentará un candidato propio en la próxima elección presidencial, optando por respaldar a una candidata de otras formaciones políticas. Esto representa un quiebre importante en la identidad del PRI, que solía ser un pilar fundamental en la política mexicana.

La analogía que utiliza es poderosa: compara al PRI con un dinosaurio que ya no existe en su forma previa. Aunque el partido todavía tiene relevancia, se ha transformado y ya no posee la misma presencia imponente que solía tener en el Estado de México. Es un recordatorio de que la política es un organismo en constante evolución, y que las dinámicas cambian con el tiempo.

La derrota del PRI en el Estado de México marca el final de una era en la política mexicana. Como señala Silva Herzog Márquez, existen resabios y pequeñas expresiones de la cultura que se desarrolló dentro del PRI, pero el partido ya no es el mismo. Esta derrota despierta preguntas sobre el futuro de la política en México y cómo se reconfigurarán las alianzas y coaliciones en el país.

En resumen, las palabras de Jesús Silva Herzog Márquez son una llamada a la reflexión sobre la transformación de la política mexicana y la caída de un gigante político en el Estado de México. El PRI, como lo conocíamos, ha desaparecido, y su impacto en la política nacional se hará sentir en los años venideros.

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