Romo, Adán y Gómez: crisis en Morena
En su más reciente análisis, la periodista Martha Anaya advierte sobre tres golpes políticos que han afectado de forma directa al círculo más cercano del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en menos de dos meses.
El primero de ellos involucra a Alfonso Romo, exjefe de la Oficina de Presidencia y reconocido empresario regiomontano. Romo fue “señalado por el gobierno de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro, de facilitar lavado de dinero,” según señala Anaya. Romo no es cualquier figura: fue el encargado de abrirle las puertas del empresariado norteño a AMLO rumbo a su llegada a la presidencia.
El segundo caso es el de Adán Augusto López Hernández, actual coordinador de Morena en el Senado. La periodista recuerda que, durante su gestión como gobernador de Tabasco, “tuvo como jefe de seguridad a un hombre que fue líder de un grupo criminal: La Barredora.” Un dato que, de confirmarse, compromete directamente su integridad política.
Finalmente, Anaya aborda la salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Gómez fue un operador estratégico para el sexenio obradorista y, de acuerdo con la autora, “esa zona fue utilizada para perseguir a sus adversarios y chantajearlos.” A pesar de su resistencia inicial, “hoy ha caído,” en palabras de la periodista.
“Tres hombres, tres golpes. Alfonso Romo, Adán Augusto López y Pablo Gómez,” resume Anaya. A pesar de que no todos han sido destituidos oficialmente, “por lo menos están tocados.”
La periodista cierra su reflexión con una interrogante clave: “¿Por qué?” Un cuestionamiento que deja abierta la posibilidad de un reacomodo político interno rumbo a la consolidación del nuevo gobierno federal.
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