Marcha del domingo fue en contra de una reforma electoral cuestionable

“Decenas de miles, quizás cientos de miles de mexicanos salieron a protestar el domingo 26 de febrero en contra de una reforma electoral, una reforma electoral cuestionable desde distintos puntos de vista”, asegura el periodista Sergio Sarmiento en su videocolumna del día de hoy.

De acuerdo con el analista, “el propio Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, reconoce que muchas de las medidas de esta reforma electoral son inconstitucionales”, sin embargo, asegura que “hay otros detalles que son todavía más inquietantes”.

“Uno de los propósitos de esta reforma electoral es debilitar al Instituto Nacional Electoral (INE), recortar en 85% el número de funcionarios que forman parte del servicio profesional de esta institución y recortar dinero, pero sin considerar las consecuencias que pueden tener estos recortes”.

Sarmiento advierte que “todo esto es inquietante porque los especialistas en la materia nos dicen que se están tomando medidas que pueden debilitar de manera muy importante la democracia en México. A mí por supuesto también me preocupa”.

Y es que, según explica el periodista, “la democracia no fue un logro que pudimos obtener los mexicanos de manera fácil”.

“Durante décadas en México prevaleció un sistema de un sólo partido que dominaba absolutamente en todas las elecciones. Fue solamente cuando tuvimos un árbitro electoral independiente, el Instituto Federal Electoral (IFE) que se convirtió después en el INE que empezamos a tener alternancia de partidos en el poder”.

Y sostiene que “fue a partir de 1997, en que por primera vez el Congreso fue ganado por un partido de oposición y del año 2000, en que por primera vez un candidato de oposición ganó la presidencia de la República”.

Por ello, Sergio Sarmiento advierte que “tenemos que tener mucho cuidado cuando se hacen reformas electorales porque éstas deben hacerse de conformidad con la oposición y deben hacerse de común acuerdo”.

“Imponer una reforma desde arriba para favorecer al partido en el poder es algo que no es ni democrática ni éticamente aceptable”.

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