Daniel y Keyli recorren diariamente el primer cuadro del municipio de Ecatepec vendiendo dulces para ganarse la vida.
La artrogriposis múltiple severa que padece Daniel en pies y manos, no ha logrado en sus 22 años de vida frenar su lucha.
Tengo la columna desviada, tengo las manos dobladas y los pies y no los puedo flexionar ni levantar, los brazos no los puedo flexionar y los pies solo puedo doblarlos un poco, de rodilla un poco.
Daniel Martínez Ordóñez
Son un ejemplo de vida, pues pese a su condición médica, decidió salir de su casa en la colonia Cerro Gordo para trabajar y ganar su propio dinero con la venta de dulces y la ayuda de Keyli.
Desde los 18 años. Desde chiquito siempre quise trabajar, me llamó la atención querer hacer algo.
Daniel Martínez Ordóñez
Fue hace tres años cuando Keyli llegó a su vida. Es una pastor belga que recibió como regalo por parte de una pareja que supo de su condición de salud.
La fui entrenando. Desde el principio yo quería pagarle un curso para que me la adiestrarán pero era muy caro
Daniel Martínez Ordóñez.
Keyli mete su cabeza bajo la silla de ruedas y empuja a Daniel durante horas, recorriendo calles y avenidas de Ecatepec para ofrecer su mercancía.
Los dos no acoplamos y si, nos costó trabajo porque ella ya sabía meterse detrás de mí, pero no sabía empujar, no lo hacía.
Daniel Martínez Ordóñez
Es así como se enfrentan a múltiples obstáculos, desde baches hasta rampas y banquetas en mal estado, con el único fin de ganarse el sustento diario.
Daniel tiene un sueño: seguir trabajando para algún día contar con una casa propia.
Me da mucho orgullo saber lo que él está haciendo, lo que está logrando. Es mi orgullo
Olga Ordóñez, madre de Daniel
Aunque se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, para Daniel , Keylli es su motor y su compañía.
“Significa todo, es mi compañía es mi ayudante, mi motor, mi guardaespaldas, es todo para mi”.
Daniel Martínez Ordóñez