Dentro de una tienda de abarrotes en la Ciudad de México se cometió una estafa; dos parejas, que fingen no conocerse, operan en conjunto para confundir al encargado con el cambio de una compra.
Primero, una de las mujeres pide dos rollos de papel de baño. Paga con un billete de 500 pesos.
Pero su supuesta pareja, lo pide de regreso para dar el importe exacto.
El marchante regresa el billete de 500 y en ese momento, los estafadores tienen ese billete de 500 más 430 pesos del cambio; de inmediato, un cómplice entra en acción e interrumpe, entrega al cobrador un billete de mil pesos para adelantar el pago de productos que aún no pide.
Y ahí comienza el juego para confundirlo.
El primer hombre, ahora ofrece cambiar el billete de mil pesos.
- “Son ocho, y dos, son 10 y tú te vas a quedar con el billete de la señorita. Eso es todo.
Cuando la víctima intenta reclamar, la estafadora encara.
- “Me cobraste 70, me lo cambiaste por dos de 500. Los dos de a 500 ya no los metas, el de 500 que yo te regresé, era para que me regresaras el cambio.”
Después de “hacer bolas” al comerciante, ambos se retiran. El cómplice que interrumpió pide un jugo y leche…y su cambio del billete de mil pesos.
Con el engaño como arma, los ladrones se hicieron de mil 430 pesos.