Los búfalos que patrullan con la Policía en Brasil

La Isla de Marajó, en el estado de Pará, norte de Brasil, es famosa por el vínculo único entre sus habitantes y la naturaleza, simbolizado en el numeroso rebaño de búfalos, que no sólo impulsan la economía, sino que además son parte esencial de la vida cotidiana de los isleños e incluso participan en la seguridad pública con la Policía Montada de Soure.
Una isla marcada por los búfalos
La región se encuentra en el extremo norte de Pará, bañada por la desembocadura del río Amazonas y el océano Atlántico. La isla posee uno de los mayores rebaños de búfalos del país, con 600 mil cabezas de ganado, lo que representa cerca del 40% de todo el rebaño nacional.


Domesticados y adaptados al terreno inundable de la isla, los búfalos son insustituibles. Se utilizan en la producción de carne, leche, queso y dulces. Su cuero y cuernos son aprovechados por artesanos locales e incluso forman parte de la seguridad pública: la Policía Montada de Soure, considerada la capital de la isla, realiza patrullajes con estos robustos animales.
Un aliado en la vida diaria
Cada animal suele pesar una media de 590 kilogramos. Puede moverse en terrenos y zonas inundadas gracias a la fuerza y tracción de sus patas. Como Marajó está atravesada por ríos, cursos de agua y áreas anegadas de difícil acceso, el búfalo es también un medio de transporte ideal para la población.
Carlos Augusto Gouvea, conocido como Tonga, un viejo vaquero propietario desde hace casi medio siglo de la hacienda Mironga, conversó con Xinhua sobre su experiencia con los búfalos, a los que considera muy sensibles e inteligentes.
Economía sostenible y turismo rural
Catalogada como un establecimiento modelo que trabaja con turismo de experiencia y sostenibilidad, la hacienda Mironga está dedicada a la cría de búfalos y a la producción del queso de Marajó, elaborado a partir de la leche de búfala.
“Aquí en Soure se puede ver a la Policía montada en búfalo, la recogida selectiva de residuos en búfalo, e incluso participando en el programa de alimentación escolar. Es muy amigable”, destacó Tonga.
Del trabajo a la terapia
Con el tiempo, estos animales ganaron valor y quedaron en el pasado prácticas como los safaris de caza promovidos décadas atrás. Hoy, además de su rol económico, los búfalos también se utilizan en terapias con personas con discapacidad o autismo gracias a su temperamento tranquilo.
Además, la leche de búfala es rica en vitaminas y es considerada por especialistas como un alimento excelente para proteger el organismo contra enfermedades cardiovasculares. A partir de esa leche se producen dulces, cuajada y quesos, alimentos muy presentes en el consumo de los habitantes del archipiélago marajoara.




