¿A qué edad se desvanece la felicidad? Esto dicen los expertos

| 17:30 | Lucía P Castillo | UNAM/National Bureau of Economic Research
Felicidad
Foto: Shutterstock//Ilustrativa.

La felicidad es un estado subjetivo y complejo que varía entre individuos y contextos, ya que la percepción personal influye en cómo experimentamos la felicidad, asegura la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, científicos descubrieron que la felicidad no es constante a lo largo de la vida, y que sí existe una edad en la que la satisfacción personal alcanza su punto más bajo. 

Y es que, varios estudios internacionales, incluido uno realizado por el National Bureau of Economic Research, han identificado un patrón curioso pero consistente en distintos países: la felicidad sigue una curva en forma de “U”. Por lo que se puede determinar que la satisfacción con la vida suele ser más alta en la juventud, decae en la mediana edad y vuelve a repuntar en la vejez.

¿A qué edad somos menos felices?

Según el estudio anterior, el momento en que las personas son menos felices se sitúa entre los 47 y los 50 años, una etapa comúnmente relacionada con la “crisis de la mediana edad”, y la cual está relacionada con altos niveles de estrés, presión laboral, cargas familiares, dudas existenciales y cambios físicos o emocionales.

De acuerdo con los especialistas, esta curva de la felicidad que tiene forma de “U”, demuestra que a  partir de los 18 años, la percepción de felicidad comienza a descender lentamente, alcanzando su punto mínimo justo antes de cumplir los 50, pero pasada esta edad y llegando a los 60 años, los niveles de felicidad comienzan a repuntar. Es en esa edad que muchas personas dicen sentirse más plenas, tranquilas y satisfechas que nunca. 

Esto puede deberse a varios factores como: menor presión social, mayor aceptación personal, más tiempo libre y una valoración más profunda del presente.

A diferencia de lo que podría pensarse, esta comportamiento no depende tanto de factores económicos o culturales. La curva se repite en personas con distintos ingresos, profesiones o contextos sociales, lo que sugiere que hay un componente psicológico o biológico involucrado.

En este sentido, la felicidad no desaparece, solo cambia dependiendo de la fase de la vida en la que se encuentran las personas.