Recomendaciones de expertos para evitar malformaciones congénitas en tus hijos

El 3 de marzo se celebra el Día Mundial de los Defectos Congénitos y expertos españoles señalaron que existen medidas encaminadas a la prevención de malformaciones congénitas que puede presentar un bebé al nacimiento, incluyendo la alimentación o el ejercicio físico.
Recomendaciones para evitar malformaciones congénitas
Hay recomendaciones con bases científicas para que las mujeres en edad reproductiva prevengan posibles malformaciones que se puedan presentar al nacimiento, según los servicios de Obstetricia, Ginecología, Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés, España.
Una adecuada nutrición es uno de los factores más importantes que pueden ayudar a disminuir el riesgo de malformaciones, según los expertos, quienes no dieron más detalles sobre los alimentos a ingerir.
Además, se aconseja evitar el consumo de leche no pasteurizada ni sus derivados, reducir la ingesta de hígado de ternera, cerdo o cordero, no ingerir pescados grasos o de gran tamaño y cocinar muy bien las carnes para prevenir el contagio de toxoplasmosis.
También se aconseja la utilización de ácido fólico desde uno o dos meses antes del embarazo y durante las doce primeras semanas de gestación.
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El suplemento de yodo también debe consumirse, pues es un nutriente fundamental para la síntesis de la tiroxina, hormona elaborada por la glándula tiroidea que contiene yodo y participa en el crecimiento y desarrollo de todos los órganos.
Finalmente, durante la gestación se recomienda practicar deportes como la natación o ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica y dorso-lumbar, así como aquellos basados en la relajación y respiración para preparar mejor el parto.
Otros consejos físicos son practicar yoga y caminar con calzado adecuado, recomendaron los servicios de Obstetricia, Ginecología, Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.
¿Qué son las malformaciones congénitas?
Las malformaciones congénitas son consecuencia de problemas que ocurren durante el desarrollo fetal previo al nacimiento, de acuerdo con la organización Healthy Children.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año 303 mil recién nacidos fallecen durante las primeras cuatro semanas de vida, debido a malformaciones congénitas, según retomó el Gobierno de México en 2022.
Los trastornos congénitos graves más frecuentes son las malformaciones cardíacas, los defectos del tubo neural y el síndrome de Down.
Las malformaciones congénitas se clasifican en:
- Anomalías congénitas estructurales: son las que modifican la forma, es decir, que alteran algún tejido, órgano o conjunto de órganos del cuerpo, entre ellas destaca:
- Hidrocefalia
- Espina bífida
- Fisura de labio y/o paladar hendido
- Cardiopatía congénita.
- Anomalías congénitas funcionales: son las que interrumpen procesos biológicos sin implicar un cambio de la forma. Pueden ser alteraciones metabólicas, hematológicas, del sistema inmune, por mencionar algunas. Estas son:
- Hipotiroidismo congénito
- Discapacidad intelectual
- Tono muscular disminuido
- Ceguera
- Sordera
- Convulsiones de inicio neonatal.
En México, entre 2008 y 2019, el país registró 24 mil 672 casos de defectos del tubo neural y craneofaciales, con una incidencia de 136.53 casos por cada 100 mil nacimientos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, a través de la Dirección General de Epidemiología (DGE).
Además, de 2008 a 2017 se registraron 92 mil 877 defunciones por algún defecto congénito, siendo el más común las malformaciones cardiacas con 29 mil 803 fallecimientos.
¿Cuáles son las causas de estos trastornos?
En la mitad de los casos no se le puede atribuir una causa específica a los defectos congénitos, según datos de la OMS. Sin embargo, se han identificado algunas de sus causas o factores de riesgo, entre ellos:
- Factores socioeconómicos y demográficos: Las anomalías congénitas graves se producen en un 94% en países de ingresos bajos y medios. Esto afecta a las familias y, especialmente, a las madres que pueden tener una alimentación deficiente y pueden estar expuestas a agentes o factores que inducen o aumentan la incidencia de un desarrollo prenatal anormal.
- Factores genéticos: Se producen cuando se altera un gen principal (monogénicas) o el número o estructura de los cromosomas (cromosómicas). En matrimonios consanguíneos se aumentan las posibilidades de que nazca un menor con anomalías congénitas y el riesgo de muerte neonatal e infantil se duplica.
- Factores ambientales: Cuando la madre se expone a plaguicidas, productos químicos, ciertos medicamentos, radiación o consume drogas, alcohol y tabaco durante la gestación, tiene mayores probabilidades de que el feto o el neonato sufra anomalías congénitas.
- Infecciones: Algunas infecciones maternas como la sífilis o la rubéola pueden ser una de las causas por las cuales el bebe desarrolle alguna anomalía congénita.
- Estado nutricional de la madre: Si durante el proceso de gestación la madre tiene carencias de yodo y ácido fólico y tiene desnutrición, sobrepeso y/o diabetes mellitus, el producto podrá desarrollar algún defecto congénito.
La mayoría de los defectos congénitos tienen tratamiento y estos tienen que ver con su clasificación (estructural o funcional), su gravedad, pronóstico (leves, graves, letales) y con su evolución (rápida, lenta).




