Ejercicio de las 3 cosas buenas, la práctica científicamente probada para una más vida feliz

Si buscas alegría o paz en tu vida, existe un ejercicio científicamente comprobado por la Universidad de California, Berkeley, que puede ayudar a las personas a tener una vida más feliz, en sólo unos cuantos días.

¿Qué es y cómo hacer el ejercicio de las “Tres Cosas Buenas”?

Se trata del ejercicio llamado “Tres cosas buenas” o “Three Good Things” (TGT por sus siglas en inglés) y consiste en recordar, escribir y reflexionar durante las noches sobre tres cosas buenas que hayan ocurrido a lo largo del día, siguiendo estas instrucciones:

  1. Coloca un título a cada una de las cosas buenas que ocurrieron. Por ejemplo: “Recibí un cumplido por mi proyecto” o “Me felicitaron por lo que hice”.
  2. Describe lo ocurrido tal como sucedió y con el mayor detalle posible, incluido dónde estabas, qué hiciste, y si hubo otras personas involucradas, qué hicieron o dijeron.
  3. Escribe qué sentiste en el momento que ocurrió y qué sentiste después de que pasó.
  4. Explica por escrito por qué crees que pasó o qué lo causó.

Es importante considerar que crear un registro físico, es decir escrito, de las cosas buenas, puede ser más útil que simplemente hacer el ejercicio mentalmente.

Y que todos los eventos positivos son válidos, no importa si los elementos son pequeños eventos cotidianos o hitos más importantes, como, por ejemplo: “mi pareja preparó el café hoy”, “mis abuelos estaban felices cuando les traje la compra” o “gané un gran ascenso”.

Así como no preocuparse por la ortografía, gramática o estilo de escritura, ya que lo importante es escribir los detalles de las cosas buenas recordadas.

Expertos sugieren realizar este ejercicio por la noche para hacer que este ejercicio forme parte de una rutina diaria.

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¿Por qué funciona este ejercicio para la felicidad?

De acuerdo con Berkley, en la vida cotidiana, es fácil quedar atrapado en las cosas que salen mal y sentir que se vive bajo una “nube de lluvia privada”; al mismo tiempo, que es fácil adaptarse a las cosas buenas y a las personas, dándolas por sentadas.

Esta práctica puede ayudar a contrarrestar esas tendencias. Aunque las emociones como la decepción son naturales y tienen un propósito importante, puede ser agotador centrar toda la atención en ellas.

“Al recordar y enumerar tres cosas positivas que sucedieron en su día, y considerar qué las causó, se sintoniza con las fuentes de bondad en la vida”, indica, “es un hábito que puede cambiar el tono emocional de su vida, energizándolo con sentimientos positivos de gratitud, razón por la cual esta práctica se asocia con aumentos significativos en la felicidad”.

“Como resultado, a menudo pasamos por alto la belleza y la bondad cotidianas: un gesto amable de un extraño, por ejemplo, o el calor del Sol en una mañana fría. En el proceso, con frecuencia perdemos oportunidades de felicidad y conexión”.

Además, al dar espacio para concentrarse en lo positivo, esta práctica enseña a notar, recordar y saborear las mejores cosas de la vida.

Sin dejar de mencionar que puede incitar a prestar más atención a los eventos positivos en el futuro y participar más plenamente en ellos, ayudando a sintonizarse con “las fuentes más profundas de bondad en la vida, fomentando una mentalidad de gratitud”.

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