¿Eres “workaholic”?, así puede dañar tu salud la adicción al trabajo

| 12:57 | Rocío Ireta | Uno TV

Estar siempre conectado y disponible para el trabajo puede parecer una ventaja. Sin embargo, la disponibilidad laboral de forma excesiva tiene costos graves para la salud, como estrés y ansiedad, aseguraron expertos, quienes advirtieron sobre los riesgos y consecuencias de ser “workaholic” o adicto al trabajo.

El “workaholic” es el término en inglés con el que se denomina a la “adicción al trabajo”, la cual se caracteriza por tener una conducta en la que hay un mayor énfasis en la energía y el tiempo dedicado al trabajo, y donde por consecuencia hay un descuido de su vida fuera del contexto laboral, según un análisis publicado en la revista especializada Salud de los Trabajadores.

¿Por qué nos hacemos adictos al trabajo?

De acuerdo con especialistas, la falta de desconexión laboral se debe en parte a la “autoexigencia”, indicó Kathia Ogaz, psicóloga y asesora de certificación de Distintivo de Empresa Socialmente Responsable (ESR).

“Tiene que ver con el miedo a no ser competente, a no ser competitivo, a perder el trabajo, el miedo a perder estatus entre los demás. Esto fundamentalmente viene de una cultura del miedo a perder cosas”, indicó Ogaz.

Otra razón es la cultura laboral tradicional; la cual actualmente está cambiando en algunas empresas, aseguró Edgar Polanco, especialista en seguridad y salud en el trabajo.

“Las empresas se deben comprometer a establecer políticas de desconexión, que establezcan horarios fijos y también empezar con los mandos medios y superiores que son a los que a veces más se demanda por el cargo que tienen”, agregó el especialista.

No soltar el trabajo ni en vacaciones

Una reciente encuesta de OCC Mundial reveló que el 45% de los trabajadores toma vacaciones de verano sólo si su carga laboral lo permitía, y un 13% no toma vacaciones.

Pero eso no es todo, porque incluso 7 de cada 10 trabajadores que sí toman vacaciones, no logran desconectarse de sus deberes laborales por completo. De estos, 36% se mantiene pendiente de sus responsabilidades de manera voluntaria.

Sin embargo, valorar el descanso no sólo tiene beneficios para los trabajadores, sino que las empresas también se ven beneficiadas.

¿Cómo identificar la adicción al trabajo?

De acuerdo con dicho análisis realizado por Enrique Castañeda Aguilera, existen cuatro criterios para definir a una persona que es adicta al trabajo o “workaholic”, estos son:

1. Una especial actitud laboral

2. Excesiva dedicación de su tiempo y esfuerzo

3. Un trastorno compulsivo e involuntario a continuar trabajando (criterios inclusivos)

4. Desinterés general por cualquier otra actividad (ocio, deportes, familia, amistades, etc.) que no sea la estrictamente laboral

Perfil del workaholic

El perfil del adicto al trabajo se define por un elemento cave: la negación de la propia persona sobre lo que le está sucediendo; ya que, “el workaholic llega a creer las justificaciones a las que recurre ante las quejas de su familia o de sus compañeros de trabajo y siempre encuentran una explicación a su exceso de trabajo”, indica la publicación.

Otros indicadores psicosociales del adicto al trabajo son:

  • Manipulación de la información
  • Comunicación interpersonal deficiente
  • Alta necesidad de control
  • Alto compromiso con la organización
  • Se lleva trabajo a casa
  • Trabaja los fines de semana
  • Trabaja durante sus vacaciones
  • Trabaja estando enfermo (presentismo)
  • Sus hábitos laborales exceden siempre lo prescrito
  • Bajo rendimiento laboral a medio/largo plazo
  • Desarrollo de tareas innecesarias para justificar su exceso de trabajo
  • Problemas de salud
  • Problemas extra-laborales como: baja calidad relaciones extra-laborales e insatisfacción fuera del trabajo

No obstante, las consecuencias de la adicción al trabajo no son sólo para el trabajador, sino también para la empresa o centro de trabajo donde el workaholic se desempeña.

Y es que, según Castañeda Aguilera, la adicción al trabajo es un problema psicosocial que conlleva consecuencias negativas para el trabajador, tales como ansiedad, conductas compulsivas, aislamiento social, etcétera; pero también para la organización en aspectos como disminución del rendimiento, conflictos sociales, entre otros.

Incluso en el ámbito familiar y en los ambientes extraorganizacionales pueden presentarse problemas como divorcios, problemas familiares y disminución de las redes sociales.