eVA: cómo funciona este programa genómico en México para la prevención de cáncer de ovario y mama

El cáncer de ovario es la segunda causa de mortalidad dentro de los padecimientos ginecológicos y en México ocupa el segundo lugar de incidencias en mujeres dentro del grupo etario de 45 a 64 años, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA).

Y cada año son diagnosticados 4 mil casos en el país, por lo que es considerado más letal que el cáncer de cuello uterino. El padecimiento suele detectarse de manera tardía porque los síntomas se asocian a otras afecciones.

La dependencia de Salud menciona que el 75% de las mujeres con cáncer de ovario son diagnosticadas en una tercera fase, cuando la enfermedad ya está avanzada. Esto se debe a que la sintomatología del padecimiento se puede confundir con síndrome de colon irritable o infecciones en vías urinarias.

Con motivo del Día Mundial de Cáncer de Ovario, que se conmemora cada 8 de mayo, te explicamos cómo funciona eVA (Estrategia de Vigilancia Anticipada), el programa genómico en México para la prevención del cáncer de ovario y de mama.

¿Cómo funciona el programa para prevenir el cáncer de ovario?

El Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) realiza un estudio de los genes para poder detectar la existencia de una variante genética que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, a esto se le llama Medicina de Precisión.

El proceso de riesgo es para conocer con precisión y planear una estrategia de vigilancia anticipada. Todos los participantes llenarán un formulario donde se explorará el riesgo tanto ambiental como hereditario. Es importante recalcar que tienen que ser mayores de edad.

Inmegen menciona que para aquellas personas con riesgo hereditario, tendrán una asesoría genética inicial y posteriormente la toma de muestra para su análisis y la entrega de resultados en una asesoría genética post prueba.

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Para saber si uno es candidato a una prueba genética de cáncer hereditario es necesario conocer la historia médica de la familia, por lo que es necesario saber quiénes han desarrollado cáncer, de qué tipo, a qué edad lo tuvieron, entre otras cosas.

El formulario son una serie de preguntas de respuesta sencilla de donde se obtendrán los datos necesarios para definir el riesgo.

Todos los participantes de eVA recibirán una asesoría experta personalizada, además de una exploración física.

Si el índice de riesgo es bajo, se brindará una asesoría nutricional y psicológica para orientar hacia las mejores medidas preventivas y si se obtiene un índice medio o alto se firmará un consentimiento para tomar una muestra de sangre.

Todas las muestras se almacenarán en Inmegen y ayudarán a desarrollar investigaciones relativas al cáncer en la población mexicana para mejorar mejores soluciones de tratamiento y prevención.

Todos los participantes con prueba médica serán citados por una asesoría genética posterior en donde se informarán sobre los resultados obtenidos.

Ayuda a prevenir

eVA, además de determinar la herencia genética, se evalúa el riesgo de desarrollar cáncer tomando en cuenta el estado físico actual y el estilo de vida en un consulta bariátrica y asesoría nutricional.

Inmegen menciona que para diseñar un plan de prevención, hay cosas que se pueden hacer para reducir los riesgos de manera consciente y sencilla.

Un factor que incrementa el riesgo es el peso corporal, el sobrepeso y la obesidad elevan el riesgo de cáncer y son significativamente más peligrosos para las mujeres, tras la llegada de la menopausia, por lo que una de las estrategias preventivas más importantes es la reducción de peso.

Si una persona con obesidad logra disminuir su peso en apenas un 30%, el riesgo disminuye un 40%. Este tipo de acciones pueden marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad.

También los hábitos tienen un impacto en la evaluación del riesgo, ya que está demostrado que las mujeres que tienen actividad física de manera regular, es decir, que practican al menos 30 minutos de baile, de caminata u otros ejercicios aeróbicos reducen el riesgo entre un 20 y un 40% adicional.

Uno de los factores que pueden aumentar el riesgo es el tabaquismo, también lo es el consumo del alcohol, por lo que moderar o anular su ingesta es determinante como acción preventiva.

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