“Mamá, hija e hijo en libertad”, el proyecto contra la violencia vicaria: ¿qué es y cómo afecta a la salud mental?

| 15:27 | Alfredo Narváez | Agencias
¿Cómo apoyar a "Mamá, hija e hijo en libertad"?
¿Cómo apoyar a “Mamá, hija e hijo en libertad”? | Foto: Gofundme

Denisse Meza compartió la petición de “Mamá, hija e hijo en libertad” a través de la plataforma Gofundme de recaudación de fondos. Se trata de una asociación en contra de la violencia vicaria, un tipo de violencia de género que se produce con mayor intensidad tras llevarse a cabo una separación, según la Secretaría de Gobernación (Segob).

La historia de violencia vicaria de Denisse Meza

Mamá, hija e hijo en libertad” es una asociación civil que surge a partir de la experiencia de Denisse Meza como víctima de violencia vicaria. A través de Gofundme, en donde se puede donar a su causa, compartió su historia.

Meza señaló que el pasado 16 de diciembre de 2021, el padre de sus hijos, Lucia y Lucio, se los llevó a pasar la Navidad con su familia en Querétaro; sin embargo, pocos días después se enteró de que estaban en Yucatán.

“Mi hija estuvo en una guardería el 24 de diciembre, cambiaron de escuela a mi hijo y su progenitor se negaba a regresarlos conmigo”.

Denisse Meza

A partir de ahí, emprendió una lucha por obtener justicia, enfrentándose al argumento: “Están con su papá“.

¿Qué es “Mamá, hija e hijo en libertad“?

El objetivo de la petición “Mamá, Hija e Hijo en Libertad A.C” es recuperar la integridad de las madres y de sus hijas e hijos realizando acciones enfocadas en su bienestar, según su descripción.

A través de este proyecto, Denisse Meza utiliza su experiencia como víctima de violencia vicaria para apoyar a las mujeres que también sufren este tipo de violencia de género.

Los fondos obtenidos se destinarán a proporcionar atención psicoemocional integral, así como a la realización de talleres educativos dirigidos a mujeres, niñas y niños.

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Los talleres de “Mamá, Hija e Hijo en Libertad” buscan empoderar económicamente a las mujeres, fomentando su independencia y desarrollo personal.

Además, se establecerá un fondo de ahorro, cuyo objetivo será facilitar la adquisición de un vehículo de transporte. El vehículo se destinará al transporte para eventos y actividades de la Asociación.

Su uso permitirá facilitar la participación de las mujeres y sus hijos en diversas iniciativas, logrando así su integración y empoderamiento dentro de la comunidad.

¿Cómo ha peleado Denisse contra la violencia vicaria?

Denisse Meza ha sido parte de diferentes colectivas conformadas por mujeres que han sufrido la misma realidad, ayudándoles en el aspecto emocional, pues reconoce:

“Este y cualquier tipo de violencia afectan la estabilidad e integridad de las mujeres de tal forma que el daño puede conducir a las mujeres a decisiones desesperadas como el suicidio”.

Descripción de “Mamá, Hija e Hijo en Libertad”

Como parte de la visibilización del problema, reconoce que los procesos legales son “los peores enemigos de la mujer y los mejores aliados de los agresores” por la incompetencia y corrupción de los mismos.

Finalmente, lamenta que las sentencias de guarda y custodia no son el cierre de la violencia vicaria, pues los hijos suelen regresar con comportamientos violentos a causa de la manipulación ejercida por el progenitor y su familia o pareja.

Denisse asegura que la violencia vicaria deja secuelas a la salud

Las madres víctimas de violencia vicaria experimentan eventos traumáticos producto de las amenazas y acoso, así como por la sustracción y retención de sus hijos, según Denisse Meza.

“Las mujeres víctimas de violencia vicaria sufren ansiedad, depresión y otros trastornos más, que con el pasar del tiempo se convierten un riesgo latente que, además de afectar su salud mental, se empiezan a presentar afectaciones orgánicas, todas y cada una de estas son un riesgo que pone en juego su vida”.

Denisse Meza a través de “Mamá, Hija e Hijo en Libertad”

Además, los infantes regresan con afectaciones como el sentimiento de abandono, los maltratos y la invalidación generada por los agresores vicarios, según Meza.

¿Qué es exactamente la violencia vicaria?

El término de violencia vicaria fue acuñado por la psicóloga clínica y forense, Sonia Vaccaro, en 2013. Derivado de ello, el concepto “vicario” se refiere a la sustitución de un individuo por otro en el ejercicio de una función, según la Secretaría de Gobernación.

En este sentido, se considera como violencia vicaria como aquella que se ejerce contra la mujer que por parte del hombre por sí mismo o por interpósita persona.

Los victimarios utilizan como medio a las hijas o hijos producto de una relación de pareja o expareja, concubino o exconcubino, así como del cónyuge o excónyuge para herir, violentar y controlar a la madre generando un daño psicoemocional a ella y a sus hijas e hijos.

Expertos explican cómo afecta a la salud mental

La violencia vicaria provoca graves efectos psicológicos tanto en las mujeres como en los hijos e hijas, según dijo Mar Lluch, psicóloga forense, al Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana. A este respecto la psicóloga menciona los siguientes:

  • Se les hace conscientes de un conflicto adulto, que no les pertenece 
  • El conflicto tiene lagunas de información, porque los hijos e hijas no lo han vivido, que el maltratador aprovecha para completar desde una visión sesgada. Esta versión difícilmente es contrarrestada por la madre porque sabe que puede desproteger a los menores
    • Los menores no cuestionan la información dada por el maltratador ya que proviene de una figura de referencia.
  • Los hijos e hijas se ven afectados “en su fuero más profundo” porque se daña la figura de referencia materna. Esto produce una alteración de la imagen, de los pensamientos, de las emociones y de los afectos que tienen respecto a la madre, pudiendo llegar a romper el vínculo de apego
  • El entorno familiar, que se presupone seguro, deja de serlo, teniendo consecuencias a nivel emocional, social, académico, etc.
  • Las mujeres reviven el maltrato a través de sus hijos/as. Experimentan, en segundo lugar, un cuestionamiento, unas amenazas, y una agresividad que ya han vivido directamente con su maltratador
    • Al mismo tiempo, empatizan con sus hijos e hijas, reconociéndolos como víctimas de la manipulación del maltratador llevándolas a protegerlos aún más.
  • Los hijos e hijas puedan llegar a ejercer violencia psicológica hacia la madre, e incluso ejercer violencia física. Y es que la rabia y el odio que se les ha ido trasladando, ha generado un daño que expresan y manifiestan a través de violencia hacia la propia madre, convirtiéndose ellos mismos en maltratadores pero, “porque son víctimas y porque se les ha enseñado este modelo relacional, completamente inadecuado, basado en el control, la manipulación, la desconfianza”

Lluch también advierte que todas estas consecuencias psicológicas, son graves y difíciles de restaurar. Incluso, los casos más extremos de violencia vicaria terminan con el asesinato de los menores.

¿Cuál es la situación de la violencia vicaria en México?

No existe un dato oficial sobre el número de víctimas de violencia vicaria en México, aunque un artículo de Cimacnoticias menciona que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) había dado apoyo y acompañamiento a 150 mujeres víctimas de violencia vicaria en 2022.

Por su parte, la Secretaría de Salud lleva un registro de las víctimas de violencia atendidas en hospitales del país en sus Registros de lesiones 2015-2022. 

Esta Secretaría no especifica si una niña, niño o adolescente ha sido víctima de violencia vicaria; aunque es posible en su plataforma identificar cuántas personas de entre 1 y 17 años han sido víctima de violencia familiar por parte de sus padres o padrastros en el país.

22 mil 684 niñas, niños y adolescentes en México fueron atendidos en hospitales por violencia familiar durante 2022. De estos casos, uno de cada cinco (4 mil 730) fueron perpetrados por un padre o padrastro.

La cantidad de víctimas de violencia familiar de entre 1 y 17 años agredidas por un padre o padrastro incrementó 13.4% de 2021 a 2022 a nivel nacional (de 4 mil 172 a 4 mil 730).