¿Qué es el síndrome del reloj de arena y por qué no deberías meter la panza?

Las inseguridades pueden provocar que algunas personas tiendan a meter la panza, este comportamiento se conoce médicamente como “apretar el estómago” y puede tener severas implicaciones para la salud como dolor de espalda, problemas respiratorios y otros males que conducen al “síndrome del reloj de arena“, según la Clínica de Cleveland.

De acuerdo con el quiropráctico estadounidense, Adam Browning, “agarrar el estómago es el proceso de contraer repetida y extensamente los músculos de la parte superior del abdomen para levantar y meter el estómago”, lo cual puede alterar los patrones de movimiento de los músculos abdominales y conducir al ‘síndrome del reloj de arena‘.

¿Qué es el síndrome del reloj de arena?

El experto asegura que tener una “figura deseable” no es lo mismo que padecer el síndrome del reloj de arena, el cual puede ser “doloroso y problemático”. Se trata del resultado de realizar compresiones estomacales con frecuencia o durante un período de tiempo prolongado.

“Los músculos de la parte superior del abdomen se vuelven tensos, y los músculos de la parte inferior se debilitan”, dice Browning. Esto sucede porque el agarre del estómago activa varios músculos, incluidos los siguientes tipos de músculos abdominales:

  • Fibras superiores del recto abdominal: se extienden desde las costillas hasta la pelvis, sujetando los órganos internos en su lugar y manteniéndote equilibrado. Aquí es donde se forman los abdominales “six-pack”.
  • Oblicuos internos: se unen justo dentro de los huesos de la cadera y la línea media del estómago, a los lados del recto abdominal. Desempeñan un papel clave en los movimientos de torsión y giro.
  • Transversus abdominis: Ubicada debajo de los oblicuos internos, esta capa muscular profunda ayuda a estabilizar el tronco.
  • Diafragma: ubicado justo debajo de los pulmones, este es el músculo que ayuda a respirar.

“En cada caso, los músculos que contrae aumentan la presión intraabdominal; empujan los pulmones y el contenido del estómago hacia la caja torácica”

Dr. Adam Browning

¿Por qué tendemos a meter la panza?

Al apretar los músculos del estómago, los entrenas para funcionar mal. Esto puede suceder por el dolor producto de una lesión o después de una cirugía; “sin embargo, la mayoría de las veces, agarrar el estómago es algo que la gente hace por razones estéticas”, dice la Clínica de Cleveland.

“Puede realizarlo tanto consciente como inconscientemente para tratar de lograr una figura más delgada o un estómago más plano”, dice el Dr. Browning, al mismo tiempo que señala que parece estar ligado a la percepción de que los abdominales planos son un sinónimo de salud o atletismo.

De acuerdo con el especialista, lo que comienza como un comportamiento tímido o entrenado para aplanar el estómago puede convertirse en un comportamiento sistemático que se lleva a la edad adulta”. El síndrome del reloj de arena es más común en mujeres, desde la adolescencia hasta la mitad de la treintena, pero cualquiera puede tenerlo.

Efectos secundarios de “meter la panza”

Según el quiropráctico, el “síndrome del reloj de arena” puede conllevar las siguientes implicaciones a la salud:

  • Problemas respiratorios

“Al apretar el estómago, su diafragma aprende a contraerse en la dirección opuesta, lo que puede jalar las costillas inferiores hacia arriba y hacia adentro, creando un espacio negativo para que los pulmones se expandan con la inhalación”, esto significa que cuando mete el estómago, hay menos espacio disponible para que se expandan las costillas y pulmones.

Cuando los pulmones no tienen el espacio que necesitan, el área de superficie para el transporte de oxígeno es limitada, y simplemente no puede respirar lo mejor posible. En última instancia, apretar el estómago puede reducir la ingesta de oxígeno hasta en un 30 %.

  • Dolor de cuello y espalda

Los músculos de la parte media y baja de la espalda son responsables de sostener la parte superior del cuerpo. Pero cuando el agarre del estómago afecta los músculos del abdomen, el cuello, hombros y espalda pagan el precio del dolor. “Este movimiento puede causar un aumento de la tensión estructural en la parte media y baja de la espalda, que son anclas para la contracción de los músculos abdominales”, dice Browning.

  • Problemas del suelo pélvico

Como consecuencia del “síndrome del reloj de arena“, el agarre del estómago tiene lugar en el abdomen y el diafragma, pero en última instancia también puede afectar los músculos del suelo pélvico. Si se debilita, débil puede provocar pérdidas de orina durante las actividades cotidianas como reír, toser o estornudar.

“Sus tejidos blandos se debilitan al estar en un estado constante de estiramiento, sin la capacidad de contraerse por sí solos con la misma frecuencia o fuerza que los de la parte superior del abdomen”

Dr. Adam Browning

¿Cómo saber si tienes el síndrome del reloj de arena?

Existe una serie de síntomas físicos del “síndrome del reloj de arena“, tales como un ombligo ligeramente hacia arriba, uno o más pliegues horizontales perceptibles alrededor o por encima del ombligo y una buena definición firme en los abdominales superiores, pero una región abdominal inferior significativamente más suave.

Más allá de los signos perceptibles, el Dr. Browning aconseja hacer un inventario mental de su mentalidad y prácticas. En este sentido, el especialista invita al paciente a hacerse el siguiente examen de conciencia:

  • ¿Te dedicas mucho tiempo a “meter la panza”?
  • ¿Te obsesionas por tratar de aplanar tu estómago?
  • ¿Te concentras en los entrenamientos abdominales más que en otras regiones del cuerpo?

¿Cómo solucionar este problema?

El Dr. Browning reconoce que superar el “síndrome del reloj de arena” no es fácil y para dejarlo atrás se debe tratar de romper el hábito de meter la panza poco a poco, practicar una respiración adecuada con un fisioterapeuta o un médico, así como entrenar para fortalecer los músculos debilitados.

Finalmente, el quiropráctico señala que los malos hábitos son difíciles de romper, especialmente cuando se debe a la incomodidad o al descontento con tu cuerpo. Al luchar por la positividad o la neutralidad del cuerpo, “puede aprender a amar la piel en la que se encuentra” y, finalmente, darle un descanso a los músculos abdominales.

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