¿Te imaginas que exista un río dentro de otro? Para conocer un lugar así no es necesario soñar, sólo tienes que viajar a Tulum, Quintana Roo, al cenote Angelita.
Aunque parece salido de un libro de fantasía o una película de ciencia ficción, en realidad se trata de un fenómeno natural que no te puedes perder si andas de viaje por la península de Yucatán o tienes planeado ir.
El cenote Angelita en Tulum, un destino que no te puedes perder
Una de las maravillas naturales más espectaculares que le ofrece la península de Yucatán al mundo es el de los cenotes, profundos pozos que fueron creados de manera natural.
Entre los más llamativos se encuentra el cenote Angelita en Tulum. El gran atractivo de este lugar es la posibilidad de presenciar la haloclina, un fenómeno que genera la ilusión de que hay un río dentro de otro río.
Para conocer este lugar, te debes sumergir a 10 metros bajo el agua, distancia en la que ya es visible la niebla que separa los “dos ríos”. Al sumergirte 25 metros ya puedes entrar en contacto con la niebla, pero para llegar hasta este punto es necesario contar con experiencia de buceo.
Pero la experiencia no termina aquí, ya que por debajo de la separación de la haloclina aún quedan 30 metros para explorar. En esta parte profunda hay troncos y demás vegetación que acentúan la ilusión de estar en un río bajo el agua.
¿Por qué se genera la haloclina?
Este fenómeno de la naturaleza se presenta con el cambio de densidad en el agua, cuando entran en contacto el agua dulce con la salada. La mayor densidad del agua de mar hace que ésta quede en la parte de abajo, mientras que el agua dulce “flota” en la superficie, creando así el efecto de dos corrientes diferentes.
En la península de Yucatán el agua salada se filtra por la roca caliza creando ríos subterráneos que se conectan entre sí, mientras que el agua dulce llega por la lluvia. Al ser de tipo abierto, el cenote Angelita reúne las condiciones necesarias para que se presente la haloclina.
