Otumba, en el Estado de México, es considerada como la capital del burro y además aloja a Burrolandia, el santuario más grande en Latinoamérica, donde se rescata y protege a esta noble especie que en México, aún en la década de los 90, se contaba por millones y que hoy apenas existen poco más de 250 mil.
En Unotv.com te diremos qué pasa con los burros, por qué es necesario su rescate y cómo puedes ir a este santuario en el Estado de México.
Al rescate de los burros
Todavía en el siglo pasado, los burros eran una especie muy común en los campos y paisajes de nuestro país; tristemente, hoy muchos de los niños de las grandes ciudades jamás han visto uno en vivo y en directo, y tampoco saben del aporte que hicieron para la humanidad.
Precisamente ante estas alarmantes cifras y el riesgo de una posible extinción, fue que nació en 2006 la asociación Burrolandia México A.C. para salvaguardar a los burros.
Este lugar de casi 3 hectáreas, ubicado en Otumba, Estado de México, muy cerca de las pirámides de Teotihuacán, alberga a 76 burros mexicanos que han sido salvados del maltrato, abandono, explotaciones, matadero y otras situaciones de riesgo, señala en entrevista Raúl Flores, administrador de Burrolandia.
Aquí se atiende y se da rescate a los burros maltratados por los seres humanos. Su esfuerzo ha dado resultados, en un inicio empezaron con sólo dos burros; Florindo, de 22 años, al que le mutilaron una oreja, y Copo de Nieve, de 19 años, al que lo atacaron por una malformación en una pata trasera.
Actualmente, el santuario cuenta con 76 burros: 55 rescatados y 21 burritos o pollinos que han nacido en Burrolandia.
Padrinos y ahijados
Hace un año, en Unotv.com te presentamos cómo fue la angustiosa situación de Burrolandia para sobrevivir a la pandemia; hoy, nuevamente, retoma sus actividades de manera presencial, así que si quieres ir a visitar a los burros, basta con ponerte de acuerdo, pues aún los recorridos son por cita; sin embargo, el lugar está abierto de lunes a domingo, de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Se siguen los protocolos sanitarios para evitar contagios.
Entre las alternativas para que las personas se involucren aún más decididamente en el rescate de los burros, se cuenta su programa de padrinos, donde cualquier persona puede convertirse en padrino de alguno de los 76 burros, donando desde escobas, cepillos, paca de alimento, medicinas, zanahorias, entre otros objetos y a cambio recibe acceso gratuito durante una temporada y si así lo prefiere, fotos, videos y hasta videollamadas con su ahijado.
Sabías que…
Los burros viven en promedio entre 15 a 20 años, pero si están bien cuidados, puede vivir hasta 40. La edad de un burro es el equivalente al doble de la edad humana.
Historias de burros: rescatados y felices
Éstas son algunas de las historias y personajes que podrás encontrar en Burrolandia, el santuario de los burros, que nos fueron referidas por Raúl Flores.
Conoce la historia de Anselma
Hace apenas unos días, Anselma, una burrita abandonada que vagaba por las calles de Teoloyucan y que llegó al santuario de burros en 2019, se convirtió en madre de un burrito que pesó 26 kilos con 500 gramos.
Tribilín, un burro enano, abandonado, que era mascota de un colegio y al que literalmente echaron a la calle, hoy retoza junto a sus nuevos amigos.
Sonrisas, a quien le mutilaron el labio superior, muestra las huellas de las cicatrices en su cuerpo, fue rescatado en Michoacán y ahora reparte alegría en Otumba.
India, una burrita manchadita, que parece vaca, fue rescatada literalmente del matadero, dio tres regalos a Burrolandia: sus hijos, Capulín, Morita y Luna; apenas en septiembre pasado, Luna dio a luz a un pequeño, Apache, que convirtió a India en abuela y así se salvó a toda una generación.
Goyo, un burrito carretonero que sufría maltrato extremo, lo golpeaban a palos, tenía desnutrición, infecciones en sus cascos y diversas cicatrices en su cuerpo, hoy es un feliz habitante de este santuario.
Johny sufrió tal maltrato que le faltan pedazos en sus orejas, incluso estaban hechas tiras, ahora están ya recuperadas y se muestra de buen ánimo.
Igor, un burrito queretano que estuvo años atado a un árbol, tenía desnutrición hasta que fue rescatado y ahora es muy feliz.
Robu es el decano de todos los habitantes de Burrolandia; un burrito de San Luis Potosí que utilizaban para el trabajo, fue jubilado por su dueño y llegó al santuario en 2018, actualmente tiene 30 años, como 60 años humanos, y vive feliz a pesar de las complicaciones que tiene con sus dientes.
La Feria Nacional del Burro
Después de dos años, en Otumba se celebrará la Feria Nacional del Burro Otumba 2022, del 28 de abril al 1 de mayo, para festejar a este gran ejemplar, la celebración para estos burros se organiza entre el municipio de Otumba y Burrolandia.
Con este tipo de actos la gente se vuelve más consciente de la importancia y del papel que han jugado en nuestra historia los burros.
Cuando conozcas directamente a estos ejemplares en el santuario de Burrolandia, tal vez podrás recordar unos versos de Juan Ramón Jiménez que escribió sobre un burrito en su clásico “Platero y yo”.
“Él comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a los demás, que he llegado a creer que sueña mis propios sueños”.
- Burrolandia se halla en Otumba, en el Estado de México, a 10 minutos de Teotihuacán.
- ¿Cuándo? Está abierto de lunes a domingos de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde; por la pandemia las visitas se hacen con cita, por lo que puedes visitar sus redes sociales en Facebook o en Twitter
- ¿Cuánto? Los costos son 80 pesos para niños, 100 adultos, pero menores de 3 años, personas con capacidades diferentes y padrinos entran gratis.