Escápate a la naturaleza: 3 pueblos montañosos a menos de 3 horas de la CDMX

La Ciudad de México está rodeada de impresionantes paisajes naturales que muchas veces pasan desapercibidos entre el ritmo acelerado y la vida urbana. A pocas horas de la capital, existen pueblos enclavados en las montañas que ofrecen tranquilidad, aventura y una conexión profunda con la naturaleza. Ya sea para descansar, practicar ecoturismo o simplemente respirar aire fresco, estos tres destinos son ideales para una escapada de fin de semana sin alejarse demasiado.
Malinalco, Estado de México
Ubicado a menos de dos horas de la CDMX, Malinalco es un Pueblo Mágico lleno de historia, espiritualidad y naturaleza. Sus calles empedradas, su arquitectura colonial y la Zona Arqueológica de Cuauhtinchan, donde se formaban los antiguos guerreros águila y jaguar, hacen de este destino un sitio único.
Además, el Ex Convento Agustino y Parroquia del Divino Salvador resguarda murales del siglo XVI que representan la biodiversidad local. Para los amantes del ecoturismo, Malinalco ofrece caminatas, paseos a caballo, rappel, cañonismo y diversas actividades al aire libre. También es conocido por sus centros holísticos, ideales para quienes buscan experiencias de bienestar, como temazcales, yoga, meditación y masajes.
No puedes irte sin probar su gastronomía tradicional: nieve artesanal, trucha fresca o pan hecho en horno de leña. Y si te gusta el mezcal, aquí comienza la famosa Ruta del Mezcal de Malinalco.
Mineral del Chico, Hidalgo
A solo dos horas de la capital se encuentra Mineral del Chico, otro Pueblo Mágico rodeado de montañas y bosques dentro del Corredor de la Montaña Hidalguense. Este destino combina historia, naturaleza y aventura en un solo lugar.
El Parque Nacional El Chico es el corazón de la zona, perfecto para practicar senderismo, ciclismo de montaña, escalada en roca o lanzarte en su tirolesa de 1,400 metros. También puedes visitar presa El Cedral, Parque Carboneras, Dos Aguas o Los Conejos, ideales para acampar, pescar o simplemente relajarte.
En su centro histórico encontrarás calles entre la niebla, casonas de techos rojos, y una atmósfera tranquila. No dejes de probar los tradicionales pastes o la hamburguesa de trucha. Para conocer su pasado minero, haz un recorrido por la Mina San Antonio o la Mina La Guadalupe, y complementa la experiencia con una caminata nocturna entre leyendas locales.
Xochitlán de Vicente Suárez, Puebla
En la Sierra Norte de Puebla se esconde Xochitlán de Vicente Suárez, un pintoresco pueblo rodeado de montañas y bosques que conserva su esencia tradicional. Sus calles empedradas, casas con techos de madera y su ambiente tranquilo lo convierten en un refugio ideal para el descanso.
Entre sus atractivos destacan el Templo Parroquial de San Bartolomé, el Centro Cultural Vicente Suárez y la Ex Hacienda de Santa Elena, una antigua hacienda cafetalera. Aquí, el café es parte esencial de la historia local, así que no te vayas sin probar una taza recién preparada o sus bebidas de raíces y frutas típicas como guayaba, tejocote o ciruela.
Si te gusta la aventura, visita la Gruta junto a la Ex Hacienda, el Balcón del Diablo —un mirador a 400 metros de altura—, o la Poza Verde, una cascada de aguas cristalinas color esmeralda. También puedes explorar la Gruta de Ateno, donde se esconde un cenote natural de color turquesa.
Estos tres pueblos montañosos cerca de la CDMX son una oportunidad perfecta para reconectarte con la naturaleza, disfrutar del aire puro y descubrir la riqueza cultural del centro del país sin recorrer grandes distancias.




