Niño de Atocha, Niño de las Palomitas y otros Niños Dios populares en México y dónde visitarlos

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Niño de Atocha, advocación que no falta el Día de la Candelaria. Foto: Cuartoscuro

Si bien el 2 de febrero se celebra el Día de la Candelaria, con lo que se culmina el periodo navideño, en México, desde el siglo XVI, con la llegada de los primeros evangelizadores, comenzó la tradición de los llamados Niños Dios, fue después de la Revolución, que esta costumbre adquirió una gran importancia, especialmente en el centro del país, según el INAH, se adoptó la costumbre de vestirlo de diferentes maneras, por ello, en Unotv.com te presentaremos algunas de las principales advocaciones y te diremos en qué pueblos o regiones de México son venerados.

¿Por qué se visten los Niños Dios?

Se tiene la tradición de que a quien le sale el Niño Dios, durante la partida de la rosca el 6 de enero, se convierte en madrina o padrino del niño y debe llevarlo a bendecir a la iglesia y como culminación de este acontecimiento dar tamales y atole.

Precisamente para llevarlos a la iglesia, este Día de la Candelaria, se acostumbra vestir a los niños dios, por ello muchos comerciantes se encargan de engalanar las vestimentas del Niño Dios e incluso repararlos, como en el mercado de Toluca, así es posible verlos el 2 de febrero vestidos como el Niño de Atocha, el Niño de las Suertes, el Niño Doctor, Niño Dios de la Salud, entre otros.

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¿Dónde se encuentran los Niños Dios?

En el Día de la Candelaria es muy común observar diferentes vestimentas con que los fieles “visten” a los niños Dios, para los católicos significa un reconocimiento a la infancia de Jesús, de ahí que las madrinas y padrinos se lucen a la hora de vestirlos para el Día de la Candelaria. Acá te diremos en qué estados se encuentran los niños Dios más populares:

El santo Niño de Atocha

Se cuenta que esta prodigiosa imagen llegó a la Nueva España proveniente de Atocha, un lugar al sur de Madrid, a finales del siglo XVI. Para finales del siglo XVIII ya era venerada en el santuario de Plateros, Zacatecas, originalmente fundada con el nombre de Real de Minas de San Demetrio, a unos 6 kilómetros de Fresnillo.

El Niño de Atocha mide poco más de 75 centímetros de altura, está sentado en una sillita, tiene un báculo en la mano derecha y una canastilla en la izquierda, tiene un sombrero de fieltro con una pluma roja. No hay que olvidar que el Santuario del Niño de Atocha, en Plateros, es uno de los más visitados de México.

El Niño de las Suertes

En el siglo XIX se empezaron a conocer de los primeros milagros del Niño de las Suertes, una imagen que destaca porque reposa sus brazos sobre una calavera que representa el dominio de Cristo sobre la muerte.

El peculiar nombre le viene porque el arzobispo de México pensó donar la escultura a unas monjas; sin embargo, el Cabildo decidió realizar un sorteo para que la “suerte de Dios” decidiera en qué lugar se quedaría.

Se puede visitar al Niño de las Suertes en el pueblo de Santiago Tepalcatlalpan, en Xochimilco, donde tiene su templo desde 2010. 

El Niño Doctor

Si bien el papel de los médicos fue fundamental durante las etapas más álgidas de la pandemia de COVID-19 y empezó a popularizarse aún más esta advocación, lo cierto es que en Tepeaca, Puebla, ya se conocía desde la década de los 40.

La figura del Niño Doctor, de aproximadamente 75 centímetros, porta una bata con las palabras Doctor Jesús, las cuales están bordadas en su bolsillo izquierdo. Está sentado en una silla, tiene un maletín negro como el que usan los médicos, los creyentes dicen que sus zapatos se gastan porque sale a curar a los enfermos, de ahí que los visitantes suelen regalarle un par de zapatitos cada mes.

El santo Niño Cautivo

Su historia parece de película, en el siglo XVII, la imagen era transportada por un funcionario religioso. Francisco Sandoval y Zapata, en un barco que se dirigía a la Nueva España, pero fue secuestrado por unos piratas, quienes pidieron rescate por el hombre.

Sin embargo, el pago del rescate se dio años después, el hombre murió y la iglesia recibió los huesos del funcionario y la escultura de madera, de unos 20 centímetros de altura, que está vestido como un noble del siglo XVI, tiene capa y zapatos blancos.

El santo Niño Cautivo se encuentra en la Catedral de la Ciudad de México, donde los fieles lo visitan para pedirle ayuda en casos de secuestro, enfermedades o algunas adicciones.

El Niño de las Palomitas

Se trata de una imagen que le obsequiaron a Fray Clemente de San José y que lo acompañó en su recorrido por México. La escultura representaba a un niño y medía 30 centímetros, sostenía en sus manos unas palomitas que simbolizaban la inocencia y la sencillez.

El religioso estuvo en varios sitios donde divulgó el culto por el Niño de las Palomitas, pero especialmente en Tacoaleche, Zacatecas, donde cada 7 de enero es visitado por miles de fieles. Destacan los migrantes zacatecanos quienes lo adoptaron y le piden favores para que los cuide en su camino hacia Estados Unidos.

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