Pueblos Mágicos cercanos a la CDMX para escaparte con papá y olvidar el estrés
¿Te imaginas pasar un fin de semana con papá rodeado de bosques, presas, calles empedradas y buena comida? Aprovecha que varios Pueblos Mágicos están a menos de tres horas de la CDMX y regálale un respiro lejos del tráfico, el ruido y la rutina. Aquí te presentamos 10 destinos encantadores, perfectos para compartir con papá, relajarse y disfrutar de la naturaleza, la historia y la gastronomía local.
10 Pueblos Mágicos cercanos a CDMX para viajar con papá
Uno tiene una pirámide tallada en la montaña, otro presume una torre sumergida en una presa. Hay pueblos donde aún se habla náhuatl, y otros donde puedes caminar entre alfombras de aserrín o comer barbacoa al pie de una cascada. ¿Cuál van a elegir?
Malinalco, Edomex
Está a unas dos horas de la capital y es ideal si buscas un plan que combine historia, montaña y buen comer. El pueblo tiene calles tranquilas, clima templado y una vibra muy espiritual. Papá podrá relajarse en un temazcal o subir en cuatrimoto por los senderos boscosos. No se pueden ir sin probar los guisos tradicionales que se sirven en sus fondas, ni sin caminar por su convento del siglo XVI.
Huasca de Ocampo, Hidalgo
Enclavado entre montañas a poco más de dos horas y media de la CDMX, este Pueblo Mágico parece salido de un cuento. Papá va a disfrutar los prismas basálticos, recorrido por las ex haciendas mineras llenas de historia. Aquí hay espacio para el senderismo, los paseos en lancha y hasta el misticismo en el llamado “bosque de los duendes”.
Huauchinango, Puebla
Se esconde entre cerros y neblina a poco más de dos horas de la CDMX. Es perfecto para padres que disfrutan de la naturaleza, pues hay rutas para caminatas, cascadas como la de Totolapa y hasta espacios para pescar o practicar kayak. Llévalo a probar las empanadas de flor de izote.
Cuetzalan, también en Puebla
En este Pueblo Mágico, a menos de tres horas de la CDMX, el tiempo parece detenerse entre calles empedradas, casas blancas con techos rojos y una niebla casi permanente. Es una gran opción si papá disfruta el contacto con las culturas originarias, ya que aquí todavía se habla náhuatl y los voladores se lanzan desde lo alto frente a la iglesia principal. Las cascadas, grutas y cafetales ofrecen el marco perfecto para desconectarse. No olviden probar las chalupas y el café local.
[TÓMALO EN CUENTA: El mejor regalo: tacos… Tlalpan consiente a los papás con festival gastronómico]
Ixtapan de la Sal, Estado de México
Se halla a menos de dos horas y es uno de los destinos favoritos para descansar el cuerpo y la mente. Sus aguas termales, spas y hoteles con alberca harán que papá pueda simplemente relajarse mientras tú lo acompañas en una tarde de masajes o un paseo por la laguna Verde. Prueben los esquites con queso rallado y los antojitos típicos en la plaza central.
Huamantla, Tlaxcala
Otro Pueblo Mágico que le encantará, hallará la magia en sus tapetes de aserrín, los títeres y el pulque. A unas tres horas de la ciudad, este Pueblo Mágico ofrece una experiencia visual única, llévalo al Museo del Títere o a una caminata o visita al volcán La Malinche. Puedes animarlo a probar los muéganos y el mole tlaxcalteca.
Comonfort, Guanajuato
Un Pueblo Mágico poco conocido, pero lleno de identidad, se encuentra a unas tres horas de la CDMX. Este destino es perfecto para un papá que disfruta de la historia, los paisajes semidesérticos y las buenas caminatas. Destaca por su zona arqueológica, sus talleres de molcajetes y sus callejones empedrados. Déjalo que pruebe las gorditas de maíz quebrado y las charamuscas, le encantarán.
Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México
Les ofrecerá una escapada en plena naturaleza. A poco menos de tres horas, este sitio destaca por la Presa Santa Bárbara y la torre sumergida de su antigua iglesia. Aquí pueden hacer caminatas, paseos en lancha o simplemente disfrutar de los paisajes montañosos en el parque El Malpaís. El lugar es tranquilo, poco concurrido, ideal para reconectar.
Tepoztlán, Morelos
Este Pueblo Mágico nunca los decepcionará: está a solo una hora y es ideal para que papá viva una experiencia espiritual y de aventura ligera. Subir al cerro del Tepozteco y disfrutar la vista es un reto que muchos papás disfrutan. Además, sus calles están llenas de tienditas, artesanías y helados con sabores exóticos. Si se cansa, una cecina con itacates le levantará el ánimo.
Valle de Bravo, Estado de México
Por su cercanía a la CDMX, a unas dos horas, puede ser muy atractivo, combina todo: lago, deportes acuáticos, parapente, cascadas y cabañas. Aquí papá puede pasear en lancha, practicar kayak, lanzarse en parapente o simplemente descansar en una terraza con vista al lago. El platillo obligado es la trucha en cualquiera de sus formas.
Toma nota para que este Día del Padre lo lleves a unos de estos Pueblos Mágicos y pasen un tiempo de unión y se olviden del estrés.
