Semana Santa Cora: un ritual indígena que no se parece a nada en el país

Durante la Semana Santa, Nayarit se transforma en un epicentro de espiritualidad, historia y tradiciones únicas que reflejan la rica fusión entre las culturas indígenas y la evangelización. Una de las festividades más destacadas es la Judea de Jala, considerada por el secretario de Turismo de Nayarit, Juan Enrique Suárez, como “la Judea más antigua de México”, con más de 445 años de historia viva.
Una celebración con raíces profundas
El Pueblo Mágico de Jala, en el sur de Nayarit, se convierte cada año en un escenario colectivo donde la comunidad entera se involucra en la representación de la pasión de Cristo. “Es muy bonita porque toda la comunidad trata de llevar un papel dentro de esta dinámica”, explica Suárez.

Las calles se llenan de personajes bíblicos, fieles devotos y visitantes que se sumergen en esta representación tradicional que ha pasado de generación en generación. Además, la zona cuenta con tesoros arquitectónicos como la basílica lateranense, una joya para quienes disfrutan del turismo religioso.

La puesta en escena inicia el Jueves Santo y culmina el Viernes Santo, con momentos simbólicos como la última cena, la traición de Judas, el viacrucis y la crucifixión. El personaje de Judas Iscariote cobra especial relevancia. En muchos casos se convierte en un elemento de crítica social o sátira local, una forma en la que el pueblo también expresa su sentir.
El evento se realiza en un contexto histórico impresionante, pues Jala conserva construcciones coloniales como su basílica lateranense, considerada una de las más bellas del estado.
Semana Santa Cora: espiritualidad en la Sierra del Nayar
Otra experiencia única es la Semana Santa Cora, en la Sierra del Nayar, una celebración profundamente espiritual y ancestral en la que los pueblos originarios fusionan sus rituales con la tradición cristiana.
“Allí los coras se pintan el cuerpo con pigmentos naturales para representar a sus demonios internos… y antes del Domingo de Resurrección corren al río para limpiarse de ellos”, cuenta el secretario. Esta ceremonia de purificación, reservada en algunas comunidades únicamente para los locales, permite en otras zonas la participación de turistas, siempre que sea con respeto y disposición a vivir la experiencia plenamente.
¿Cómo llegar y qué esperar?
Para visitar la Sierra del Nayar, hay rutas desde Jesús María o Potrero de la Palmita en Nayarit. Algunas comunidades abren sus puertas al turismo, permitiendo a los visitantes convivir en casas locales, compartir los alimentos tradicionales y formar parte del ritual.
“No hay restaurantes ni hoteles, es una vivencia auténtica. Los turistas son cobijados como parte de la comunidad”, señala Suárez.
Sabores que cuentan historias
Nayarit también es un destino para los paladares curiosos. Desde tostadas raspadas de pierna en Jala hasta la nieve de garrafa, pasando por platillos indígenas elaborados con maíz azul, pescado de presa, tejuino y más.
“Se puede degustar una comida completa por menos de 120 pesos en muchas zonas”, comenta el secretario, quien también destaca opciones gourmet como los restaurantes Emiliano y Loma 42, que ofrecen alta cocina sin precios excesivos.
¿Qué más hacer en Nayarit durante Semana Santa?
Además de las celebraciones religiosas, el estado ofrece otras actividades:
- Carnavales en San Blas, como preparación a la Semana Santa
- Visitas a exconventos y ruinas franciscanas o jesuitas en Compostela
- Turismo de naturaleza en la Riviera Nayarit, playas, volcanes y lagunas
- Recorrido por Mexcaltitlán, considerada por muchos la cuna de la mexicanidad




