Teotitlán del Valle, el pueblo que colorea textiles con grana cochinilla

Un insecto que llega en forma de plaga a las pencas de nopal es el responsable de pintar de rojo los tapetes de lana elaborados por los artesanos zapotecas de Teotitlán del Valle, Oaxaca.

Ángel Mendoza Bazán cultiva la grana de la cochinilla para comenzar el proceso de infestación de las pencas, mismo que demora alrededor de tres meses.

Foto: José de Jesús Cortés.

“Pues aquí empezamos el proceso de la infestación de la grana con el nopal, haciendo un orificio para poder, posteriormente, llevarlo al lugar donde vamos a cultivar la grana en un lugar ya cerrado. Después tenemos la recolección de la grana para deshidratarla y llevarla a moler para nuestros pigmentos en las artesanías de Teotitlán del Valle”.

Ángel Mendoza Bazán

¿Cómo es el proceso de pigmentación?

De mano en mano, la grana llega al metate, un instrumento de piedra prehispánico donde se pulverizan los granos secos de la cochinilla, hasta obtener un fino polvo del color de la sangre.

“Trajeron la grana para molerla, estoy moliendo aproximadamente 150 gramos de grana y para moler estos 150, me va a llevar aproximadamente media hora para que quede fino y se pueda llevar al teñido”.

Luvia Bazán Ruiz, artesana que procesa la grana cochinilla
Foto: José de Jesús Cortés.
  • Del teñido se encarga el artesano Julián Martínez Bazán, quien detalla que el proceso es uno de los últimos

“Ahorita vamos a ocupar los 300 gramos que se molieron en el metate para teñir un kilo de lana, así usamos la grana cochinilla ya molida, ya está pulverizada, vamos a proceder a ponerlo en el agua, el agua esta caliente, con el fin de que se pueda diluir mejor”.

Julián Martínez Bazán, artesano de Teotitlán del Valle, Oaxaca

El siguiente paso es sumergir los blancos hilos de lana que se pintarán para siempre con el intenso rojo de la grana cochinilla. Una vez secos, los tejidos van a la rueca y de ahí a los telares artesanales, donde las manos de los artistas de Teotitlán los guiarán para dar forma y textura a cada nuevo tapete.

Foto: José de Jesús Cortés.

Antes de La Conquista, la grana cochinilla era exaltada como el oro rojo de Oaxaca porque fue la que tiñó las artes plásticas en el mundo que, hasta la fecha, sigue en los tapetes zapotecas del municipio de Teotitlán de Valle, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Oaxaca.

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