Esta semana TOP5 presenta las actrices víctimas de la maldición del Óscar. Ganan la estatuilla dorada, pero en un lapso menor de cinco años sus matrimonios llegan a su fin.
Existe una maldición que de acuerdo con la Escuela Rotman de Negocios de la Universidad de Toronto y la Universidad Carnegie Mellon, las ganadoras a mejor actriz entre los años 1936 y 2010 han perdido el amor, pues a menos de 5 años de recibir la estatuilla, se divorcian.
La legalmente rubia Reese Witherspoon fue alcanzada por esta maldición. En el 2006 se coronó con un Óscar como mejor actriz en la película Walk the Line. Para ese entonces tenía un bello matrimonio con Ryan Phillippe, siete años como marido y mujer... y para octubre del mismo año, se estaban divorciando.
En el 2010, la película The Blind Side le dio una estatuilla dorada a Sandra Bullock, quien estaba casada con el empresario y conductor de televisión Jesse James. A principios de año, adoptaron a su primer hijo Louis, un bebé de tres meses y medio de edad. La pareja pretendía presentarlo en público luego de la premiación de los Óscar, pero no hubo tiempo, pues para el mes de abril, Sandra anunció su divorcio alegando infidelidad.
Kate Winslet, la protagonista de Titanic, ganó el premio Óscar a mejor actriz por The Reader en el 2009. Luego de siete años de feliz matrimonio, en marzo de 2010 se divorció del cineasta Sam Mendes.