El gabinetazo de Bachelet

Valiente. Incisiva. Son algunos de los adjetivos lanzados a la presidenta, Michelle Bachelet, cuando pidió la renuncia de 23 miembros del gabinete. Cuando un mandatario decide despedir o pedir la renuncia de sus ministros, se dice que es un acto de estadista, un acto político o un acto de desesperación. En el caso de Michel Bachelet se diría que fue un acto de desesperación. Para entender la decisión, habrá que recordar que Sebastián Dávalos, hijo de la presidenta Michelle Bachelet, presentó su renuncia tras la polémica por el trato privilegiado a su esposa para recibir un préstamo bancario por 10 millones de dólares. En México, lo que hizo el hijo de la presidenta no sería una ilegalidad, y probablemente después de algunos reportajes periodísticos y denuncias por ONG, no habría consecuencias ni políticas ni penales. Pero Chile no es México. Por alguna razón en México parecería que los presidentes le tienen miedo al gabinetazo, por más incapaz que sean sus equipos.
 

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