Quizá el sistema mexicano de justicia ya se encuentra tan podrido que se toma el tiempo suficiente para que una orden de aprehensión llegue tarde.
El escándalo de César Duarte nos recuerda aún más la impunidad que existe en el país.
Quizá el sistema mexicano de justicia ya se encuentra tan podrido que se toma el tiempo suficiente para que una orden de aprehensión llegue tarde.
El escándalo de César Duarte nos recuerda aún más la impunidad que existe en el país.