Desde Europa, Luis Rubio reflexiona sobre las últimas discusiones acerca de la salida de Inglaterra de la Unión Europea, mejor conocido como Brexit, y la propuesta de actuación del primer ministro Boris Johnson en comparación con la de Theresa May, ex primera ministra.
Al respecto, el analista menciona que el Brexit debería entrar en vigor el próximo 31 de octubre; sin embargo, al no existir un plan definido, se deberá someter a voto del Parlamento un plan para determinar lo que debe hacer Inglaterra; no obstante, cree que el problema es qué Brexit elegir: el de May o el de Johnson, pues ambos son iguales.
Hasta este momento, [Boris Johnson] no ha ganado un sólo voto del parlamento, ha perdido todos. Además, él mismo no fue electo, fue electo por su partido, no por el electorado; en consecuencia hay una enorme fragilidad en este momento
El experto menciona algo "interesante" en el tema del Brexit:
El plan que va a proponer Johnson es exactamente el mismo, quizá con una pequeña pintura diferente, pero es exactamente el que presentó su predecesora, la señora May, hace unos meses y que fracasó en el Parlamento
Rubio opina que "con todo lo acontecido hasta el momento con el Brexit, Inglaterra se encuentra en una posición poco estable", y apunta:
El problema es que Inglaterra ya no está adentro, ni está afuera y ha creado un ambiente tan pernicioso, tan difícil, tan hostil en la Unión Europea, que ya no es probable, no es fácil quedarse en ella y tampoco tiene un plan para salir exitosamente de la misma
El analista cree que, "en consecuencia, será posible ver un pequeño caos en Inglaterra, puesto que existen amenazas de referéndums en Gales y en Escocia que plantean la posibilidad de separarse", por lo que señala:
Es un momento extraordinariamente interesante, pero también extraordinariamente complejo que puede producir cambios inimaginables
Para entender mejor el Brexit
Desde hace más de dos años, Inglaterra decidió por medio de los resultados de un referéndum, abandonar la Unión Europea con la intención de recuperar el control sobre sus propios asuntos, tanto comerciales y políticos como de migración.
La salida de inglaterra se votó a favor después de más de cuatro décadas de pertenecer al bloque continental que permite las llamadas cuatro libertades fundamentales: la libre circulación de trabajadores, mercancías, servicios y capitales.
No obstante, el último plazo para poder llevar a cabo la separación se vence el próximo 31 de octubre, por lo que, tal como lo afirmó la reina Isabel II, es prioridad del Gobierno británico cumplir con el plazo