Nuestra analista opina que si bien el huachicoleo es un problema heredado de administraciones pasadas, el combate y la estrategia que decidió López Obrador, fue sin consultar ni a su gabinete ni a los expertos.
Decidió cerrar la válvula y ver quién se cansa más rápido, si ellos (los huachicoleros) o Andrés Manuel.
María Amparo Casar concluye diciendo bien por atacar el problema, mal por no escuchar, el mandatario de México no esta resolviendo el problema, sin embargo, persiste en ello.